Una predela del siglo XVI del navarro Juan de Bustamante en Retiro
Se ofrece por 33.000 euros en la cita del 9 de octubre
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La pieza verdaderamente destacada e inusual en esta nueva subasta de Retiro es, sin duda, la de Juan de Bustamante (Estella, Navarra, hacia 1495-1553), uno de esos interesantes pintores de transición entre el gótico y el renacimiento de los que poco se sabe. Con un gusto por lo italianizante que se percibe en su aire novedoso y el uso de estampas, no abandona sin embargo el regusto por los detalles nórdicos, como el paisaje de amplio celaje o los quebrados pliegues de sus telas. Diego Angulo Iñiguez dirá que es «sobre todo, un artista de gran temple dramático… Historias de tan profunda intensidad dramática como las suyas no se habían contemplado en Navarra. (…) ha sabido expresar lo que de fuerte y varonil existe en el navarro«. Y Juan Plazaola, en su Historia del arte vasco. Del gótico al renacimiento, lo llega a calificar “como el más dotado de los pintores navarros de su generación” (ver). Entre sus obras más conocidas, destacan el Retablo de Zizur Mayor de 1538, y el Retablo Mayor de la Parroquia de san Juan Bautista en Huarte, datado hacia 1534-1536.
De su mano, según la atribución que hizo el vertiginoso Rogelio Buendía en Arte, en Navarra. Colección Tierras de España (Fundación Juan March y Editorial Noguer 1988, págs. 250-255; la tabla central de La Piedad, reproducida en b/n en la página 250), se ofrece un atractivo Banco de retablo o predela con La Piedad flanqueada por san Fermín y santa mártir a la izquierda, y san Esteban y María Magdalena a la derecha (óleo sobre tabla, 81 x 201,5 cm; lote 355) por 33.000 euros.
La atribución del catedrático de la UAM se basa en afinidades estilísticas con los Retablos de Huarte y Ororbia, si bien en esta Piedad, “aunque existan formas manieristas parecidas a las del retablo de Huarte, todavía en los pliegues y en el paisaje se descubren elementos muy peculiares de su primer momento artístico”.
Si abandonamos el mundo de la pintura antigua, hay que reconocer que también es atractiva la oferta de obras de la mitad del siglo XX y de finales de ese siglo.
De 1930, en esa renovación de la figuración que se produce como reacción a las vanguardias, se ofrece un esquemático y singular lienzo de Francisco Bores: Foule (O/L, 65 x 81 cm; 245). Procedente de la galería Percier de París y publicado tanto en The American Magazine of Art, vol. XXVIII, núm. 9 (en “Four Post–Moderns”, Washington, septiembre 1935, repr. b/n, p. 545, con texto de Dorothy Dudley), como en su Catálogo razonado (1917-1944, pág. 166, nº 1930/56), se pedirán como inicio de pujas los 5.000 euros, una cantidad atractiva, sin duda. Le sigue un lienzo de Rafael Zabaleta, fechado en 1948: Paisaje con animales (O/L, 50 x 60,3 cm; 301), publicado ya con el parabién de María Guzmán Pérez en su Rafael Zabaleta. Estudio catalográfico. Óleos (volumen I, 2010, repr. nº 202, págs. 408/9). Aunque los 21.000 euros pedidos remitan sin duda a tiempos mejores, no es fácil a día de hoy hacerse con piezas del jienense.
Me gustaría destacar un lienzo de un joven con menos de treinta años y en plenitud Xavier Valls, quien en 1955 pinta un barroco Bodegón con frutero y puerta (O/L, 117 x 89 cm; 246), con mucha ambición y calidad, prolegómeno de sus futuras aportaciones; los 6.000 euros no serán fáciles para sus coleccionistas, pero es pieza que merece la pena. Lo mismo sucede con el más tardío ya Bodegón con paisaje al fondo (O/L, 62 x 50 cm; 248) del palentino Juan Manuel Díaz Caneja, pintado en 1972, con su tardía sabiduría; en 12.500 euros será el inicio de las pujas.
Junto a estas piezas de figuración renovada de mediados de siglo, hay tres piezas interesantes, más modernas. La primera, de un José María Sicilia expresionista aún, vinculado con el mundo parisino, mucho menos buscado que sus nacaradas y coloristas flores: Burro negro, 1983 (O/L, 260 x 190 cm; 125), procedente de la galería Fernando Vijande donde estuvo expuesto (catálogo de la exposición, José María Sicilia, pintura 1983-1984, pág. 67), por 18.000 euros. La segunda, un brutal Homenaje a Valdés Leal, 1985 (Tm/photolinen entelado, 160 x 120 cm; 123), de Darío Villaba, con etiqueta de la reconocida Charles Cowles Gallery de Nueva York, por 5.000 euros. Y, la tercera, un decorativo lienzo del poco reconocido aún Juan Correa, Sin título (Nieva) (O/L, 114 x 146 cm; 128), autor en nómina de la galería Marlborough de Madrid actualmente, por unos no fáciles 10.900 euros.
Y entre medias, y acabamos, un Don Quijote a tinta (28 x 44 cm; 115) de Salvador Dalí, dedicado a Esperanza Martín Alonso, modelo y amiga del artista, realizado hacia 1970, con el correspondiente y necesario certificado de la Fundación Gala-Dalí emitido en 1995. Su salida: 25.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte