121.000 euros por el magnífico lienzo de Zabaleta en Retiro
Ésta y cinco buenas ventas más salvaron la citan del 26 de febrero
En nuestro artículo de previos (ver) de la subasta, publicado la pasada semana, apuntábamos que quizá la oferta de Retiro tenía unos precios de salida excesivos, al menos en una cantidad importante de obras, relacionadas casi todas con el arte contemporáneo. Vistos los resultados, acertamos en esa lectura. Pero –siempre hay un pero que reluce- debemos decir alto y claro que, en cambio, seis piezas cambiaron el resultado de la cita, la más reciente de 1961. Vamos por partes.
La portada del catálogo era el lienzo del jienense Rafal Zabaleta (1907-1960), Personajes y bodegón (O/L, 81 x 100 cm; lote 291), pintado en 1949. Ya comentamos en el artículo lo extenso de la presencia en exposiciones y libros por lo que no insistiremos en ello. Sí diremos que los 100.000 euros pedidos por la obra fueron ofrecidos en una puja previa por escrito que defendió la mesa y finalmente fueron los que se llevaron el gato al agua; si añadimos la comisión del 21% de la sala, IVA incluido, hacen una suma de 121.000 euros. Esa cifra final, no vista en obras relacionadas con este autor desde hacía años, colocan la obra como la tercera más cara hasta ahora, sólo por detrás de los 132.143 euros pagados en Castellana 150 en junio de 2000, por Dormitorio y estudio del pintor (81 x 100 cm), y de los 124.000 euros ofrecidos en Segre en diciembre de 2005, por Campesinos en la era, 1952 (O/L, 81 x 100 cm). Muy grata sorpresa, desde luego.
En las otras cinco ventas hubo también puntos de sorpresa… La segunda gran venta de la tarde la protagonizó el retrato pintado en 1892 por Federico de Madrazo, Retrato de María Dolores Collado y Echagüe, duquesa de Bailén (O/L, 90 x 77 cm; lote 303). Nada menos que 50.000 euros se pedían por él, y en ese precio se adjudicó, a una puja previa por escrito. Dejando clara la calidad del retrato, a pesar de la fecha de composición tan tardía, apenas dos años antes de fallecer con 79 años, supuso de nuevo una sorprendente sorpresa. Menor fue, lógicamente, la del doble dibujo de Pierre Auguste Renoir, Bañistas y Héctor y Paris (lápiz realzado con tinta el primero y lápiz el segundo, 22 x 28,5 cm; lote 294); “con certificado de autenticidad emitido por André Paccitti en París en junio de 1982 y carta escrita por François Daulte en junio de 1984, donde confirma conocer estos dos dibujos de juventud de Renoir por haberlos estudiado en casa de Edmond Renoir Jr, sobrino del pintor (fallecido dos años antes) y que fueron dados por Renoir a su hermano”. Así las cosas, por el doble dibujo también un coleccionista ofreció por escrito los 25.000 euros pedidos y en ese precio se adjudicó.
Y acabamos con las otras dos. Del paisajista Benjamín Palencia han salido al mercado en los últimos años bastantes piezas suyas, plenas de color y con su peculiar estilo. En Castilla, 1968 (O/L, 78 x 96 cm; 290), además del buen tamaño y del paisaje puro, desnudo de personajes y animales, llamaba la atención lo alto del horizonte –una sucesión de terrenos labrados a cada cual distinto- que apenas dejaba respirar el extraño celaje con nubarrones que anunciaba tormenta. Publicado y reproducido en el libro de Vicente Aguilera Cerni y de J. Garneria, Seis maestros de nuestra pintura (Ed. Vicent García Editores, 1981), 40.000 euros se pretendían y 40.000 euros, en nueva puja previa por escrito se consiguieron.
La otra era una tinta sobre papel de Antonio Saura: una interesante por tamaño y por fecha, 1961, aunque sencilla Crucifixión de 72 x 98,5 cm (lote 167), con certificado de autenticidad del vicepresidente de la Fundación Antonio Saura de noviembre pasado, se adjudicó también por los 28.000 euros pedidos, a una puja previa por escrito, como ya habían adivinado seguramente.
Se me olvidaba la quinta, una exquisita tablita de roble de pequeñas proporciones, apenas 25,8 x 19,5 cm; Virgen con Niño, atribuida a Cornelis van Cleve (lote 356), que pedía a gritos una cifra superior a los 18.000 euros pedidos y por la que había habido notable interés en las redes y se demostró luego en la sala. Tres pujadores en los teléfonos, varios extranjeros, fueron destilando lentamente las pujas hasta acabar en 32.500 euros, ofrecidos por uno de los teléfonos extranjeros. Con una simple limpieza superficial quedará una pieza de gran belleza y calidad, así que enhorabuena al comprador. Daniel Díaz @Invertirenarte