BONNARD, RECUERDOS DE REALIDAD

BONNARD, RECUERDOS DE REALIDAD

BONNARD, RECUERDOS DE REALIDAD

La Fundación Mapfre, el Musée d’Orsay y los Fine Arts Museums of San Francisco organizan una magna exposición sobre el pintor francés.

Recién reestrenada su sede en el Pº de Recoletos 23 de Madrid, la Fundación Mapfre presenta Pierre Bonnard, la primera retrospectiva que se realiza en España sobre la obra del artista francés en cerca de tres décadas. Alrededor de 80 pinturas, una docena de dibujos y medio centenar de fotografías que han sido cedidas por más de 30 colecciones públicas y privadas, entre las que destacan el Musée d’Orsay, el Centre Georges Pompidou, la Tate de Londres, el National Museum of Western Art de Tokyo, la National Gallery of Art de Washington y el Metropolitan Museum of Art de Nueva York, que podrán verse del 19 de septiembre al 10 de enero de 2016.

La muestra se articula en torno a ocho secciones –Un nabi muy japonista, Interior, Intimidad, Retratos elegidos, Ultravioleta, Et in Arcadia ego. Las grandes decoraciones, Obra gráfica y Click, clak, Kodak– para ofrecer una mirada renovada sobre su original obra. Pierre Bonnard (1867-1947) fue una figura decisiva en torno al nacimiento del arte moderno y, a la vez, un artista muy personal y difícilmente clasificable. Miembro fundador del grupo simbolista de los nabis, sus aportaciones resultan fundamentales para comprender la transición entre el post-impresionismo y el simbolismo, en un momento en el que la pintura estaba sufriendo una revolución radical a través del color.

Bajo la influencia de la pintura de Gauguin y de la estampa japonesa, Bonnard desarrolló un estilo propio, vivaz y verdaderamente original, que plasmó en distintos soportes, desde biombos y carteles hasta pinturas murales de gran tamaño. A partir de 1900, su obra comenzó a cambiar, alejándose de las corrientes vanguardistas imperantes y volcándose en su mundo cotidiano. Prefirió centrarse en temas de su vida familiar, en los que la pintura va ganando poco a poco terreno a la realidad, y en paisajes que muestran una naturaleza arcádica, vibrante y luminosa. El poder expresivo del color toma un protagonismo cada vez más relevante, convirtiéndose en el tema predominante de sus obras, el principio organizador que estructura sus composiciones y el medio con el que guía la mirada del espectador.

Bonnard, quien con frecuencia es definido como el «pintor de la felicidad», afirmó al final de su vida que «aquel que canta no siempre es feliz». De forma parecida, su pintura, bajo una apariencia de tranquila sencillez y de alegre armonía, se revela compleja y llena de matices. Bonnard plasma en su obra un lirismo impregnado de melancolía, una sensación de ensoñación que a veces se convierte en extrañeza, en la que la presencia de elementos incongruentes y de apariciones furtivas incrementa el misterio. Solía trabajar durante años en las mismas pinturas, volviendo una y otra vez a ellas, alterando sus formas y acentuando su cromatismo hasta conseguir la intensidad del sentimiento que quería transmitir.

Pierre Bonnard.
Pierre Bonnard.
Pierre Bonnard.
Pierre Bonnard.