Cultura adquiere la Casa Gomis por 7,2 millones
Se trata de una vivienda de gran valor histórico-artístico situada en el entorno de La Ricarda, en el Delta de Llobregat, y en el futuro albergará un centro cultural dedicado al arte y la naturaleza.
Es el primer anuncio del año, pero posiblemente una de las últimas adquisiciones de 2024. La compra por 7,24 millones de euros de la denominada Casa Gomis por parte del Estado se hizo pública ayer, cuando el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, acudió a El Prat de Llobregat de Barcelona para hacer oficial la adquisición. Le acompañaban los antiguos propietarios de la casa –la familia Gomis Bertrand–, la consejera de Cultura de la Generalitat, Sònia Hernàndez, y el alcalde del municipio, Lluís Mijoler.
“Este tesoro de la arquitectura racionalista del siglo XX formará parte del patrimonio público con el objetivo de protegerlo, conservarlo y convertirlo en un gran centro cultural 100% abierto al público”, anunció en la rueda de prensa el ministro, quien especificó que la idea es mantener viva esa simbiosis entre arte y naturaleza que ha caracterizado al edificio construido por Antoni Bonet hacia mediados de 1950.
La nueva iniciativa va a permitir al público visitar de forma permanente este edificio, hasta ahora solo accesible en contadas ocasiones por su condición de BIC –desde 2021–, como la reciente Manifiesta 15 (la bienal europea de arte nómada celebrada entre septiembre y noviembre del año pasado). El futuro centro cultural acogerá encuentros, visitas guiadas y actividades tanto culturales como relacionadas con el medio ambiente.
Casa Gomis es un proyecto promovido por Ricardo Gomis, figura de referencia en la vanguardia cultural catalana que fue miembro del Club Cobalto 49. Posee un gran valor histórico-artístico y es una pieza clave en la historia de la arquitectura local del siglo XX, ya que supuso una adaptación del concepto arquitectónico abstracto en un paisaje concreto, al situar una casa de una sola planta entre las copas de los árboles circundantes.
Además de vivienda familiar, funcionó como lugar de encuentro de la cultura barcelonesa durante los años sesenta del siglo pasado, algo que el Ministerio de Cultura se ha propuesto recuperar para el siglo XXI. SGM
