Freud en el Thyssen: Una visión despiadada del ser humano y una donación sorpresa
Nuevas perspectivas es la primera retrospectiva del autor que se celebra en Madrid desde la que organizó Catherine Lampert en 1994. Comisariada por Paloma Alarcó y Daniel F. Herrmann, reúne 55 retratos del célebre nieto del fundador del psicoanálisis. A la presentación han asistido, además, el director del museo, Guillermo Solana, Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid y Francesca Thyssen-Bornemisza, quien ha anunciado en directo la donación del retrato de su padre a la pinacoteca.
Han pasado casi treinta años desde la última vez que se pudo ver la obra del británico en una retrospectiva en Madrid. Lucian Freud (1922-2011) se ha hecho de rogar. Ahora, por fin, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza acoge la exposición Nuevas perspectivas, la continuación de la muestra que conmemoró el centenario de su nacimiento en la National Gallery de Londres (y de la que hablamos en ARS 56).
Son 55 obras en total que, según ha aclarado la co-comisaria de la muestra –junto con Daniel F. Herrmann, conservador de proyectos modernos y contemporáneos del museo inglés–, y jefa de conservación de pintura moderna de la institución madrileña Paloma Alarcó: «Trazan un recorrido cronológico-temático desde sus años de aprendizaje, con sus retratos hieráticos, pasando por el cambio de una manera de trabajar minuciosa a otra basada en los empastes y los grandes formatos».
El director del Thyssen, Guillermo Solana, ha expresado su satisfacción por la colaboración con la National Gallery: «En el pasado este papel ha recaído en el Museo del Prado, así que debo agradecer a su director Gabriele Finaldi, que nos considere primera división».
Aunque algunos préstamos notables no han podido continuar con el cambio de ciudades –como El brigadier, el retrato de Su Majestad la reina Isabel II o su autorretrato de cuerpo entero Pintor trabajando– han asegurado otros como el del Autorretrato de la Colección Abelló.
Nuevas Perspectivas se divide en seis secciones: Llegar a ser Freud, Primeros retratos, Intimidad, Poder, El estudio y La carne. Al final de la muestra, hay una sala dedicada a las fotografías de su taller realizadas por David Dawson, ayudante del artista.
Herrmann y Alarcó se han volcado en un enfoque que trata de dejar en un segundo plano la tortuosa vida personal del pintor. Es un ejercicio extenuante, ya que en el caso del nieto del fundador del psicoanálisis, su biografía está tan entrelazada con su obra que en ocasiones la ha eclipsado.
El virulento debate que acompaña a la teoría de «La muerte del autor» –y si es posible o no aplicarla satisfactoriamente– encuentra en Freud un jugoso filón, aunque quizá no de la manera más obvia. Por un lado, es sabido que deseó disociarse de la sombra del genio de su abuelo; por otro, no es posible olvidar que se trataba prácticamente de una socialité.
Aún así, una mirada más directa a su pintura, menos mediatizada y contextual, nos permite apreciar una técnica que es parte central de la obra. Desde el decisivo cambio de perspectiva –de pintar a sus modelos sentado a hacerlo de pie– a un uso generoso y empastado del óleo influencia de su amigo Francis Bacon.
La sorpresa de la presentación de la exposición la ha dado Francesca Thyssen, que en unas breves declaraciones ha anunciado su decisión de donar Hombre en una silla (Barón H. H. Thyssen-Bornemisza) al museo, donde hasta ahora permanecía depositado.
«Guillermo [Solana] sabe que me gusta ser espontánea, así que aprovecho esta ocasión para anunciar la donación del cuadro. Mis hijos y yo vivimos durante diez años con él en la intimidad de nuestra casa de Viena. Aunque claro, luego la cotización de Freud ascendió tanto que ya no nos pudimos permitir el seguro para seguir viéndolo todos los días».
Con esta son cinco las obras del británico conservadas –y expuestas– en la colección permanente del Thyssen. Las otras cuatro son también retratos: Reflejo con dos niños, Gran interior. Paddington, Último retrato y Retrato de hombre (Barón H. H. Thyssen-Bornemisza).
A la exposición le acompaña la edición de un catálogo y un ciclo de conferencias el mes de marzo, donde intervendrán los dos comisarios, además del director, Guillermo Solana y Clara Marcellán, comisaria técnica de la exposición.
Hasta el 18 de junio, el Thyssen nos brinda la oportunidad de contemplar la producción de uno de los artistas más relevantes y con más personalidad del siglo XX; el que se negó a seguir los designios de las corrientes abstractas y conceptuales que proliferaron durante su vida. Héctor San José.