Un cavallino de cuatro millones de dólares
El pasado 26 de enero tuvo lugar en Sotheby’s Nueva York la venta Baroque: Masterpieces from the Fisch Davidson Collection: un total diez lotes de altísima calidad con pintores de primer orden y estimaciones por encima del millón de dólares. El número ocho, un San Bartolomé del pintor napolitano Bernardo Cavallino, fue adquirido por la National Gallery de Londres por 3’92 millones.
Era una cita importante de arte antiguo dentro del mercado internacional y no defraudó. Desde luego, los nombres de Rubens, Guercino, La Tour, Procaccini o Gentileschi auguraban futuras compras. Entre ellas, destacamos ahora la de la National Gallery londinense. Gracias a los casi cuatro millones de dólares desembolsados, se hizo con el San Bartolomé de Bernardo Cavallino, pintor del que hasta ahora solo poseía una Expulsión de los mercaderes del templo.
El cuadro, fechado hacia 1645-1650, cuenta con una abultada bibliografía. De él habló para Ars Magazine (nº 20) Nicola Spinosa en un artículo de investigación sobre nuevas pinturas del napolitano, calificándolo de «riberesco».
En efecto, la huella de Ribera es evidente, pues la pintura está claramente inspirada en el San Bartolomé de José de Ribera del Museo del Prado. Sucede lo mismo con el Martirio de san Bartolomé de Capodimonte, –en el que por cierto incluyó un autorretrato– o en la Adoración de los pastores de Cleveland.
Además de su innegable calidad y su buen estado de conservación, suponemos que su procedencia también ha sido clave a la hora de proponer su adquisición por parte del museo. De hecho, se documenta por primera vez en el inventario de bienes de Francesco Cavallino, hijo del pintor, redactado el 15 de mayo de 1677: «43. Uno Quadro di palmi otto, e sei con cornice indorata con l’imagine de S. Bartolomeo di mano di Ber.do Cavallino».
Décadas más tarde formaría parte de la colección del duque de Collecorvino, también en la ciudad partenopea, y posteriormente en la de sus herederos. Habría que esperar a 1903 para que volviese a aparecer, esta vez en el mercado londinense. Desde entonces ha pasado por distintas colecciones y ventas hasta la actual. También ha participado en exposiciones como la celebrada en Nueva York en 1999, cuando formaba parte de la colección de Mauro Herlitzka.
Es interesante constatar su elevado precio de salida frente a otras ventas internacionales de años anteriores, donde las cifras fueron muy inferiores. Sirvan como ejemplo Matatías matando al oficial del rey Antíoco en el altar de Modin, subastado en Sotheby’s Nueva York en 2008, que partió con una estimación en torno a los 200.000 dólares. También Santa Dorotea, vendida en Christie’s Londres un año antes en 185.000 libras.