Artur Ramon: «Creo que es fundamental buscar en la historia del arte a los autores menos conocidos para redescubrirlos»
El galerista catalán conversa con Ars Magazine sobre Roberto Longhi y Piero della Francesca, con motivo de la primera traducción al castellano de la monografía que el teórico dedica al pintor del Quattrocento, y en la que Ramon se encarga del prólogo.
Artur Ramon es un historiador que además de trabajar en la galería y dedicarse al mundo del coleccionismo, ha escrito varios libros. En 2017 publicó Falsas sirenas son, donde hacía un repaso cronológico por las representaciones del erotismo a través de la figura femenina, desde el Renacimiento hasta la actualidad. Ahora está a punto de presentar Piero della Francesca y, en este caso, su labor ha consistido en escribir el prólogo que da paso a este ensayo de Longhi, que se encontraba descatalogado en muchas de sus ediciones y que todavía no existía en castellano. Ramon nos introduce en esta obra con unas páginas en las que combina su saber como historiador y admirador del autor con un toque personal, fruto de sus viajes a Italia y de sus primeros encuentros con la pintura del artista de Sansepolcro.
*Usted comenta en el prólogo que los entendidos en la materia le desaconsejaron desde un principio emprender la labor de traducir Piero della Francesca, y habla de cómo este intento ha fracasado en otros idiomas. ¿Por qué se decidió a llevar a cabo esta empresa?
*Es verdad, los longhianos [José Milicua, Mina Gregori y Alvar González-Palacios] me desaconsejaban traducirlo por la enorme dificultad de la empresa. Longhi usa un lenguaje complejo que viene de antiguo, con metáforas y equivalencias verbales muy difíciles. Solo lo podíamos hacer si encontrábamos un gran traductor; la editora, Clara Pastor, lo encontró en José Ramón Monreal, que ha hecho un trabajo espléndido.
*Un punto importante en el trabajo de Longhi es escoger a artistas desconocidos y no tan valorados para escribir monografías sobre ellos. ¿Comparte usted este interés personal con él?
*Creo que es fundamental buscar en la historia del arte a los autores menos conocidos para redescubrirlos. Longhi lo hizo con Piero della Francesca y con la pintura de Ferrara, los venecianos, los Gentileschi –padre e hija– y con Caravaggio. Más allá de ser uno de los mejores prosistas de la Italia de su tiempo, fue el redescubridor de pintores hoy indiscutibles. Era una vergüenza que su obra estuviese aún por traducir en España. Así reparamos una anomalía historiográfica.
*Si pudiese ser como él y escoger un pintor al que “redescubrir”, dedicándole una monográfica de este tipo, ¿quién sería?
*Longhi forma parte del Olimpo de los historiadores del arte de todos los tiempos y pocos se pueden comparar con él. Yo me considero longhiano porque heredé su mundo a través de su único discípulo español, Milicua, que fue mi amigo y mi maestro. Hay muchos pintores por redescubrir, especialmente en España y hay grandes historiadores que lo están haciendo.
*¿Eligió usted la portada o le ayudaron?
*La escogió la editora y acertó porque El sueño de Constantino, del ciclo de la Vera Cruz de san Francesco en Arezzo, es una de las obras más bellas de la historia de la pintura en Occidente.
*¿Cree que hoy en día Piero della Francesca tiene el puesto que merece?
*Absolutamente, su fama es indiscutible. Longhi consiguió que un pintor de carácter local se convirtiese en un referente de todo el Quattrocento. A partir de su monografía de 1927, todo el primer Renacimiento pivota en torno a Della Francesca.
*Si tuviese que elegir una sola obra de él, ¿cuál sería?
*La Magdalena de la catedral de Arezzo, una belleza monumental.
*Además de esa faceta académica se dedica al mercado del arte. ¿Cómo ve la situación actual con la pandemia y ahora con el conflicto en Ucrania?
*La situación es muy compleja pero el arte siempre es un refugio en tiempos de turbulencias. Soy pesimista a corto plazo y optimista a medio y largo. Después de la tempestad siempre llega la calma, tras la pandemia y la guerra ya tocará que el viento sople a favor. Todo pasa, pero el arte queda.
*Si nos centramos en los Maestros Antiguos como Della Francesca, ¿Cuál es su percepción del mercado actual referente a los Old Masters?
*Es un mercado que combina conocimiento y finanzas, para entendidos y coleccionistas cultos que comprenden los mundos visuales del pasado. Hay pocos pero son muy buenos. Los anticuarios son la otra cara de la moneda, también hay pocos pero cada vez están más preparados para encontrar las identidades perdidas y volverlas a poner en el mapa. Ahí seguimos los preceptos de Longhi que vienen de Morelli: “primero conocedores, luego historiadores”. Sofía Guardiola