Artur Ramon: “El arte es el erotismo de la historia”

Artur Ramon: “El arte es el erotismo de la historia”

Artur Ramon: “El arte es el erotismo de la historia”

 

El historiador y galerista catalán conversa con ARS Magazine sobre erotismo y sensualidad en la pintura, con motivo de la publicación de su nuevo libro, titulado “Falsas sirenas son”

Artur Ramon trabaja en la galería que lleva su mismo nombre. Coleccionista y marchante, ha escrito también varios libros sobre crítica y museos. Si hace un año reflexionaba sobre la belleza –Nada es bello sin el azar (Elba, 2015)-, ahora se atreve con la sensualidad y el erotismo femenino, vistos a través de los ojos de los maestros que inmortalizaron sus cuerpos (vestidos o desnudos). Falsas sirenas son (Elba, 2016) ofrece una guía secreta del erotismo en la pintura del mundo Occidental, una visión “desacomplejadamente masculina”, confiesa el autor, que incide en la fascinación que sintieron los artistas al pintar a sus modelos, pero también en la de quien contempla esas figuras a través del ojo de la cerradura, como un voayeur. La nuca de una mujer de espaldas, la mirada de ojos cándidos de santa Catalina, la desnudez desinhibida de Venus… Todas ellas se incluyen en la guía secreta y caprichosa elaborada por Ramon, que ha recogido en ella a todas las mujeres que le gustan de la pintura.

*El erotismo es el asunto central de su libro “Falsas sirenas son”. Hábleme de ese erotismo en la pintura.  

*Podríamos decir que el arte es el erotismo de la historia, especialmente la pintura. Por su propia naturaleza y formato, ayuda a poner al espectador en la posición de voayeur, es decir, de alguien que mira sin ser visto. El corazón del erotismo está ahí mismo: en vislumbrar, entrever; es un juego muy sutil que los pintores, mayoritariamente hombres, han ejercido a través del arte y a lo largo del tiempo.

*Usted hace un repaso por la figura femenina desde el Renacimiento a nuestros días. ¿Qué le hizo establecer esa fecha de inicio?

*La propia evolución de la pintura. Imágenes de desnudos femeninos anteriores al Renacimiento son raras y están ancladas en la iconografía severa de la Edad Media. Con el Humanismo hay una revolución, se idealiza el cuerpo femenino como paradigma de la belleza clásica. Las dos grandes escuelas -Florencia y Venecia- lo tratan ampliamente, son tan sensuales Tiziano como Rafael.

*El volumen parece una guía concienzuda de los seis últimos siglos, ¿cuál sería, a su juicio, el artista más sensual de cada uno de ellos? 

*Más que una guía, es un recorrido personal. Cuando me documenté para el libro me di cuenta que el tema se había tratado desde dos grandes puntos de vista: la búsqueda de un canon del desnudo en el arte y la interpretación simbólica que nos lleva a posiciones feministas. Había un hueco para una mirada desacomplejadamente masculina y lo he explorado. Pero, insisto, sin vocación de sentenciar ni de establecer un canon. Escribo sobre las mujeres que me gustan en el arte en un libro que me gustaría leer. En cuanto a los pintores más sensuales, para mi son: Tiziano, Velázquez, Eckesberg y Degas.

*¿Cómo reflejaban la sensualidad los autores renacentistas y barrocos, más allá del desnudo?

*El secreto está en la utilización concienzuda del espacio y del tiempo en la pintura. La sensualidad también está en saber situar al espectador en el bocallave de una puerta, gozando libremente de una intimidad que no es suya, que es de otros.  En esta exploración sensorial, el pintor se vale de todas las excusas posibles y utiliza la iconografía para adentrarse en el tema. Con la Contrarreforma la sensualidad se incrementa, porque no hay nada como prohibir para transgredir lo establecido. Esta evolución se ve muy bien en el tratamiento de María Magdalena, que reúne como pocas misticismo y erotismo.

*En ese momento los desnudos solo se permitían en las escenas mitológicas [diosas y ninfas] y así fue hasta muchos años después. Hasta que apareció la Olimpia de Manet y los pintores buscaron inspiración en los prostíbulos…

*La prostitución es el gran tema de finales del XIX y primeros del XX. Los dos cuadros que marcan su tiempo son homenajes a las prostitutas. La Olimpia cierra el camino del desnudo clásico que comenzó Tiziano, y Las demoiselles de Avignon de Picasso abre las puertas a las vanguardias.

*¿Cómo podemos distinguir el erotismo de la sexualidad en el arte?  

Portada del libro “Falsas sirenas son”.

*Lo explica muy bien Octavio Paz en La llama doble. El erotismo es el resultado de pasar el sexo por el filtro de la imaginación o la cultura. Y sólo un único animal de la creación es capaz de hacerlo: el ser humano.

*¿Los dibujos de Egon Schiele y Gustav Klimt son sensuales o sexuales?

*Son casi pornográficos, que es otra visión del asunto. No los utilizo porque no me gusta la pornografía, es la vulgarización o la simplificación del erotismo. Creo que hoy en día la pornografía está en la Red y el erotismo en la publicidad.

*¿Y la producción de Georgia O’Keefe?

Tiziano. “La bacanal de los andrios”. Museo Nacional del Prado, Madrid.

*Me gusta pero no le veo el lado erótico, al menos no como lo entiendo yo: la visión del hombre-pintor sobre la mujer-pintada. En este caso sería en viceversa.

*Hablemos de mujeres pintadas, entonces. ¿Qué le parece más atractivo a la mirada: la Alegoría del triunfo de Venus de Bronzino, El rapto de Proserpina de Bernini, Desnudo de mujer de Sorolla o las fotografías de cuerpos de  Isabel Muñoz?

*Todas me parecen atractivas porque son imágenes de formatos y tiempos diversos. Pero yo me quedo con la Ariadna de Tiziano en La bacanal de los Andrios del Prado, para mí la mujer más bella jamás pintada.

*Ahora entiendo por qué la ha puesto en la portada del libro.

*¡Claro!

*Otros autores han tratado el asunto del erotismo antes que usted. ¿Cuál cree que es su principal aportación con este nuevo volumen?

*No sé si aporto nada nuevo. No soy yo quien debe decirlo, pero mi mirada es masculina y huye del lenguaje políticamente correcto de hoy. Me interesa más que el canon, las sensaciones que experimentaron los artistas-hombres al tratar estos temas e indago en sus biografías, que son los espejos de su arte.

Detalle Ariadna de Tiziano en La bacanal de los Andrios.

*¿Por qué hace referencia a las “falsas sirenas” en el título del libro?

*Es una cita de Moratín en El Arte de las Putas. Puede ser leído como un oxímoron o una redundancia. Lo utilizo simplemente porque el verso me gusta, es bello. Encontré un título y he escrito un libro para justificar mi hallazgo. Sol G. Moreno