Juan Genovés en Segre
En la cita del 8 de febrero sobresalen, de la misma colección, obras de Saura, Millares y Canogar
La sala de la calle Segre comienza el nuevo año con su tónica habitual, ofreciendo puntuales buenas obras de maestros antiguos y apostando por el siglo XX, su segunda mitad, fundamentalmente.
En este caso, es especialmente interesante una colección de arte contemporáneo español (lotes 418 a 436), cuya pieza más destacada probablemente sea un lienzo de 1980 de Juan Genovés, portada del catálogo, y unos papeles aparentemente menores de Manolo Millares y de Antonio Saura. Veamos.
Del valenciano, fallecido hace relativamente poco, se ofrece Las manos, 1980 (O/L, 60 x 81 cm; lote 430), expuesto en 1982 en el Centro Cultural de la Villa, en Madrid, y en 1983 en el Ayuntamiento de Valencia. Es muy similar, todo hay que decirlo, a uno de los dos papeles, delicadas acuarelas con lápiz, que en mayo de 2016 ofreció Segre: Sin título (13-79) (39,3 x 69,1 cm), que subió de 6.000 a 9.000 euros (ver). Poco más tarde, en septiembre de ese mismo 2016, de nuevo Segre ofreció una interesante acuarela, similar, Sin título (E), 1980 (acuarela y carboncillo sobre papel, 57,5 x 76,1 cm; 198), que subió de 7.000 a 12.000 euros (ver). Vista la similitud de concepto y comprobado también en estos últimos tiempos el interés de los coleccionistas por la obra de Genovés, sería lógico que subiera algunas pujas desde los 19.000 euros pedidos de inicio. También de su mano, el segundo lienzo: una composición dividida en ocho partes, Sin título, 1975 (O/L, 44 x 59 cm; 436), con personajes que corren, huyendo de una manifestación, mientras alguno cae abatido; expuesto también en las mismas muestras que el anterior, se piden por él los mismos 19.000 euros.
Del canario, Manolo Millares, se ofrecen dos papeles: el primero, Sin título. Serie Mussolini, 1971 (O/papel, 49 x 69 cm; 428), relativamente cercano a sus conocidos Homúnculos, esos personajes típicos de su mano, deformados pero reconocibles… por el que se piden 9.000 euros. Suyo también es Sin título. Serie Curas, 1972 (pintura y tinta china sobre papel, 70 x 50 cm; 434), un más simplificado aunque no por ello menos potente cura, con incisiones en la tinta para la configuración del personaje, que se ofrece por 8.000 euros. Del oscense, Antonio Saura, se ofrece en cambio un típico y muy interesante Coctail party, 1965 (óleo y acrílico sobre cartulina, 71 x 100 cm; 435); y digo lo de interesante por la fecha de composición, alejada ya de esas composiciones más tardías y barrocas, por el tamaño y por el precio, 15.000 euros, que subirán, sí o sí.
En una línea similar, de protesta y confrontación, se sitúa el Sin título, 1971 (pintura sobre madera y con ensamblaje de metal, 35,5 x 54 x 14 cm; catálogo 1971-038; 429), de Rafael Canogar; alejado ya de las experiencias con El Paso y en su personal figuración descoyuntada, se piden 12.000 euros.
Antes de avanzar en el tiempo hacia nuestros días, como parte del experimento abstracto de esos años, dos recomendaciones escultóricas. De Moisés Villelia, un típico bambú phyllostachys con pintura acrílica e hilos, Móvil (maqueta), 1978/9 (180 x 56 x 56 cm; 409), expuesta en Montevideo en 2006, por 6.000 euros. Y de Andreu Alfaro, un hierro pieza única Estático (a), 1960 (30 x 50 x 53 cm; 411), publicada en bastantes ocasiones como obra especial, por 9.000 euros.
Avancemos, ahora sí, y no se pierdan las siguientes obras. De Ángela de la Cruz, una buena y bien arrugada Shrunk to Fit (White), 2000 (91 x 98,5 x 29,5 cm; 496), expuesta en Lisboa en 2006, y que saldrá por 23.000 euros, a una cierta distancia de los 26.000 euros en que se adjudicó en diciembre pasado su Loose Fit XXIV, 2003 (óleo y acrílico/L, 100 x 100 cm; ver). De Eduardo Arroyo, Arcole, 2002 (O/L, 180 x 220 cm; 536), por 26.000 euros, procedente de la galería Metta. Y de Joan Brossa, una difícil para muchos coleccionistas pero muy interesante instalación conceptual titulada Neorealisme, 1993 (18 espejos enmarcados, medidas variables; 492), por 13.000 euros. Y de los internacionales: del alemán Peter Zimmermann, un enorme Poles, 2006 (resina epoxi sobre tela, díptico, 300 x 400 cm; 506), expuesto en 2006 en el CAC de Málaga, por 19.000 euros; y del mexicano Bosco Sodi, un atractivo rayado Sin título, 2004 (Tm/L, 80 x 80 cm; 495), firmado en Barcelona, por 9.000 euros.
Del siglo XIX, podría interesar a los coleccionistas el Retrato de la reina Isabel II niña, c. 1842 (O/L, 110 x 87 cm; 137); con calidad y procedente de la colección Roviralta de Barcelona fue publicado por José Luis Díez en su monografía (1999, p. 404, lám. 254) como obra del gran retratista Vicente López y taller, pero se piden 12.000 euros.
Por último, en pintura antigua destaca un Retablo de la dormición de la Madre de Dios, c. 1506 (O/T, 143 x 98 cm; 89). Publicado por Post en 1938 y atribuido al Maestro de Gabarda (vol. II (2a), págs. 901-904,), años más tarde el especialista Benito Doménech vinculó al Maestro al obrador de Vicente Macip en su fase más temprana (Vicente Macip, catálogo museo de BBAA de Valencia, 1997, pp. 40-41, donde estuvo expuesto), con modos y modelos que derivan aún de los de Reixach. Partirá desde los 48.000 euros. Daniel Díaz @Invertirenarte