La influencia de Giaquinto en los pintores españoles del XVIII
El Museo Goya de la Fundación Ibercaja presenta una exposición que explora la estela del pintor italiano en nuestro país a través de 36 obras, la mitad de ellas inéditas, pintadas por González Velázquez, los Bayeu, José Luzán, Goya o el propio Giaquinto. Esta muestra se integra dentro de los actos conmemorativos por el 275º aniversario del nacimiento del pintor aragonés.
Es una exposición homenaje a dos grandes maestros: Goya, de quien se celebra los 275 años de su nacimiento; y Giaquinto, pintor de Cámara de dos monarcas españoles. Ambos nombres copan las salas del Museo Goya. Colección Ibercaja– Museo Camón Aznar junto a otras grandes figuras españolas de la segunda mitad del siglo XVIII.
La estela de Corrado Giaquinto en España: de González Velázquez y Bayeu a Goya reúne una treintena de pinturas procedentes en su mayoría de colecciones privadas. Hasta 21 de ellas se muestran al público por vez primera, como por ejemplo las tres obras inéditas del célebre autor aragonés fallecido en Burdeos. Virgen del Pilar con Santiago y uno de los convertidos zaragozanos es una de ellas y merece especial mención porque es su primera pintura conocida y firmada; está fechada hacia 1759-1760, cuando Goya era apenas un adolescente.
Junto a las siete óleos del maestro de Fuendetodos, se exhiben otros tres firmados por Corrado Giaquinto, como por ejemplo El sueño de san José y La aparición de la Virgen a san Felipe de Neri (que fueron reproducidas por Francisco Bayeu y Antonio González Velázquez en su momento). Él es el verdadero eje central en torno al cual se vertebra la muestra.
Pintor de Cámara de Fernando VI y Carlos III, el italiano sirvió de inspiración para artistas como los Bayeu, Preciado de la Vega o González Velázquez durante su estancia en España, entre 1753 y 1762. Su manera de manejar el pincel, sus modos de usar la luz y el color, así como sus innovadoras composiciones funcionaron como una guía para la modernización de la pintura cortesana en nuestro país. Una de sus misiones, de hecho, fue establecer las directrices de la recién nacida Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Arturo Ansón, comisario de la muestra, plantea un recorrido con varias obras cuyo estudio se ha acometido en los últimos meses para la ocasión. De González Velázquez, por ejemplo, se ha profundizado en las pinturas al fresco para la cúpula sobre la Santa Capilla del Pilar, un trabajo supervisado por Giaquinto que resultó fundamental para la evolución de la pintura aragonesa y española entre 1754 y 1775. Ahora dos de los primeros bocetos de González Velázquez –retocados por su maestro italiano– que se desecharon entonces se muestran juntos por vez primera.
En las paredes contiguas, cuelgan varias copias pintadas por los hermanos Bayeu durante la realización de los frescos, entre las que destaca Construcción de la Santa Capilla del Pilar con ayuda de los ángeles, la última adquisición de Fundación Ibercaja para el Museo Goya. Se trata de una pintura recién atribuida por Ansón a Francisco Bayeu.
Este último fue quien defendió con mayor ímpetu el legado del guaquintismo hacia mediados de siglo XVIII, pero no fue el único. Goya también se dejaría seducir por esas formas italianas gracias a su formación con Bayeu, después a su viaje a Roma y, finalmente, durante sus visitas al Palacio Real Nuevo de Madrid. Con sus pinturas se acaba este periplo que repasa la estela dejada por Corrado Giaquinto.