África tribal se lleva las mejores ventas en una subasta donde los coleccionistas se olvidan de los lotes más importantes
Viajes, expediciones y culturas lejanas, así nombró la veterana casa de subastas a esta última licitación del mes de mayo, con una amplia oferta en arqueología, China o África. Pero fue esta última la más beneficiada, gracias fundamentalmente a lotes tan relevantes como el 415, una caja de medicinas “byañ” de la Cultura Fang de Guinea Ecuatorial. Bajo la protección del ancestro “eyema byéri”, su interior guardaba los remedios para proteger al clan de los malos espíritus. Este pueblo, originario del sur de Sudán se estableció en el s. XVII en un amplio territorio entre el sur de Camerún, Guinea Ecuatorial y Gabón. Esta caja es un claro ejemplo de su habilidad en la escultura muy vinculada con su sistema de creencias. Fue el lote más caro de la licitación en artes decorativas, lográndose vender a un único pujador por los 7.500 euros de su salida.
Buena subida la que obtuvo el 284, cetro para un jefe de la ciudad de Benín, s. XVIII-XIX, en marfil tallado. En él se representa la figura del líder en la parte superior, debajo los extranjeros o “portugueses”. Tiene una altura de 25.5 cm y se adjudicó por 1.200 euros, cuatro veces más de su tasación inicial de 300. Hasta los 1.900 ascendió una antigua estatua conmemorativa (294) del Rey Bamileke de Camerún. Realizada en madera tallada y patinada, desde los 900 en que partía. El 290 es una interesante representación de la cruz en el antiguo reino del Kongo. Para los nativos, antes de la llegada de los primeros misioneros portugueses e italianos, representaba los cuatro puntos cardinales, de esta forma se convirtió en un símbolo fácilmente aceptado por estos. Considerado como amuleto, para ellos tenía un poder sobrenatural contra cualquier espíritu del mal. Esta se remató en la salida de 700 euros.
En cuanto a las máscaras, destaco el 323, de la cultura Fang, Gabón, realizada en madera patinada y parcialmente cromada sobre peana metálica. De los 700 euros de inicio llegó hasta 1.100 euros. De aquí también era el 381, una antigua estatua-relicario de la cultura Ambete, con la misma madera patinada, conchas de cauri, metal y cuero. Dándose por los 700 euros en que comenzaba.
De Etiopía, sobresalieron dos lotes, 451 y 499. El primero una cruz procesional del s. XVIII en bronce dorado. En esta cultura, también eran considerados como objetos protectores. 1.200 euros fue lo que un coleccionista pagó por ella, lo mismo en que había sido estimada su salida. Algunas pujas más subió el segundo, un escudo de la cultura Arssi en piel de hipopótamo y cuerda. Pasando de los 450 en que empezaba hasta los 600 euros en que se bajó el martillo.
En el apartado de armas, la más beneficiada fue una espada de gala albanesa (522) que perteneció al rey Zog I, s. XIX. Con empuñadura de oro y vaina de cuero con aplicaciones también de oro amarillo el remate final se fue hasta los 2.250 euros desde los 900 en que se tasó al principio.
Del arte tradicional sudamericano, fue el 487 el que se llevó la mayoría de las pujas. Se trataba de un collar rosario de plata, con un peso de 399 gr. y 45 cm de largo, ascendió hasta 800 desde los escasos 110 del comienzo. De Brasil, se vendió por 750 de la salida, un tocado de líder Kayapó.
Buena representación la de los carteles de viajes, en la que destacó el 556, un cartel publicitario a color, “Sudamérica por Clipper. Pan American”, con sello al dorso de la colección Vilamitjana Nº 2321, año 1953. Adjudicándose en 900 desde los 700 de inicio. Mariano Santos @AntgOln