47 millones en una noche para la digitalización del MoMA
Sotheby’s Nueva York adjudicó ayer cinco piezas de la treintena que salieron recientemente de la custodia del museo neoyorquino. La pieza más cotizada de ese conjunto fue un picasso vendido por 37 millones de dólares, mientras que no encontró comprador un paisaje de André Derrain. El resto de la velada transcurrió sin grandes sorpresas, con la salvedad de un nuevo récord para Mondrian en 51 millones de dólares.
El MoMA suma 47 millones de dólares para sus esfuerzos de digitalización y compra de obras respaldadas por NFT. Hace dos meses publicábamos la noticia de que 29 obras custodiadas –término muy relevante– por el museo neoyorquino abandonarían sus colecciones y serían subastadas en distintas citas durante el otoño. Se trataba del conjunto cedido por el magnate de la televisión William S. Paley en 1990.
Lo que hace más de 30 años pudo parecer una donación, tuvo una abundante letra pequeña en la que, en realidad, se designaba al MoMA como custodio y no como propietario. El destino de las piezas dependió siempre del acuerdo que mantuviesen la institución y la fundación de Paley. Recientemente, las partes han valorado más relevante un proyecto –no revelado– de digitalización y se han desprendido de obras de Francis Bacon, Renoir, Picasso, Rodin, Miró…
La cantidad recaudada hasta la fecha es dificil de calcular, ya que se ha optado por dividir las piezas en varias ventas no temáticas. Esto se suma a las obras que con su desaparición –como en el caso de Naturaleza muerta con fresas de Renoir– apuntan probablemente a ventas privadas pre subasta. Pero en conjunto, los resultados parecen mixtos.
El 14 de octubre se cerró la venta del tríptico Estudios para el retrato de Herietta Moraes de Francis Bacon que estaba valorado en más de 30 millones de libras. La cifra final fue de 24,3 millones de libras, considerablemente por debajo de su estimación.
Ayer, de las seis piezas ofrecidas en la subasta Modern Evening Auction de Sotheby’s Nueva York, cinco de ellas se vendieron. No tuvo tanta suerte el paisaje de André Derain titulado Bords de Seine à Chatou. Este lote se había valorado entre 2,5 y 3,5 millones de dólares, pero quedo invendido.
Del resto, la pieza con el remate más elevado fue Guitare sur une table de Picasso, que superó los 37 millones de dólares. Esta cifra lleva la delantera al resto de ventas con creces, que en ningún caso sobrepasaron los cinco millones.
Del resto, tres superaron su estimación más elevada una vez sumadas las tasas: Nature morte de Pierre Bonnard –valorada entre 2,5 y 3,5 millones de dólares y vendida por 4,6 millones–; Les Bourgeois de Calais de Rodin –estimada entre 1,5 y 2 millones y adjudicada en 2,3 millones de dólares–, y Peinture de Joan Miró (se había calculado su precio entre 700.000 y un millón pero casi alcanzó los 1,4 millones de dólares).
Por último, Vase de fleurs à la branche de lierre, première version de Henri Rousseau rozó su estimación más baja –estaba valorado de 1,5 a 2 millones– quedando ligeramente por debajo de 1,6 millones de dólares.
La pieza más cara de la cita fue Composition No. II de Piet Mondrian, que no guarda ninguna relación con el MoMA. La pintura se coronó como la de mayor valor del artista gracias a una única puja que, al sumar las tasas, alcanzó la cifra de 51 millones de dólares.
Tras haber mencionado lo que ganó ayer el museo, convendría reflexionar aunque sea mínimamente, sobre lo que perdió. ¿Hay suficientes piezas en su enciclopédica colección como para pasar estas salidas por alto? Héctor San José.