245.000 € por Niño dormido de Artemisia
La expectación generada por Niño dormido, un pequeño cobre que salía a subasta hace unas semanas en Bertolami (lote 109), ha tenido su recompensa. Si en un primer momento su precio de partía en 2.000€, su reconsideración como obra de Artemisia Gentileschi, como ya informamos, la revalorizó rápidamente hasta los 6.000 €, con una estimación de remate entre los 12 y los 25.000 €. El interés del mercado por hacerse con obras de la italiana ha hecho el resto: ayer la pintura multiplicó por 40 su precio de salida.
A Niño dormido –aunque en puridad debe considerarse una Alegoría de la muerte–, el óleo sobre cobre subastado en la tarde de ayer en Bertolami (Roma), le ha sucedido lo que a otras tantas obras de arte. Y es que tras la celebración de exposiciones monográficas, es habitual que aparezcan en el mercado novedades. Entre el 3 de diciembre de 2022 al 19 de marzo de este año tuvo lugar en la ciudad partenopea la muestra Artemisia Gentileschi a Napoli. Comisariada por Antonio Ernesto Denunzio y Giuseppe Porzio, profundizaba sobre los años napolitanos de Artemisia a través de casi medio centenar de piezas.
Entre las obras expuestas se encontraba la estampa de Pieter de Jode del Rijksmuseum de Ámsterdam que reproducía un cobre perdido pintado por la Gentileschi entre 1630 y 1638. En el catálogo de la exposición (pp. 186-187, nº cat. 32) se estudiaba al detalle esta composición y se relacionaba con el que adquirió el año pasado el museo de Boston.
La precisión documental de la ficha de catálogo, en la que se documenta una obra similar en poder de los Orsini en Roma entre 1698 y 1723, hizo que se identificase ese original perdido con el cobre anónimo que se ofrecía en Bertolami. La retirada temporal de la pintura de la subasta (así lo indicábamos a principios de la semana pasada) anunciaba su reconsideración y, con ello, su revalorización económica.
Ayer, el cobre, que partía ya con atribución a Artemisia Gentileschi por 6.000 €, ascendió nada menos que a los 245.000 €. Si la casa de subastas era todavía prudente en cuanto a la autoría, el mercado ha tenido claro que se trata de una pintura de la napolitana. Cuatro teléfonos pujaron por ella hasta multiplicar por 40 su precio de salida.