Wu Tsang en el Museo Thyssen-Bornemisza
Las salas del museo madrileño acogen hasta el 11 de junio una exposición individual de la artista estadounidense, Wu Tsang, organizada por la Fundación TBA21, que lleva por título De ballenas y que incluye una obra del mismo nombre de 2022, que se estrenó en la 59ª Bienal de Venecia, inspiránd0se en la novela clásica de Herman Melville, Moby-Dick. En Madrid se ha tenido en cuenta la arquitectura del espacio hasta convertir la pieza en una instalación inmersiva.
Esta pieza, De Ballenas, es una videoinstalación épica que evoca un entorno oceánico-psicodélico generado a partir de tecnologías XR (realidad expandida) que se concibió para ser estrenada en la pasada Bienal de Venecia, The Milk of Dreams. La artista parte de la perspectiva de la ballena y de la tripulación de marineros que iban a bordo del ballenero Pequod. Esta compleja situación sitúa el relato de Henry Melville en un contexto histórico determinado, mediados del siglo XIX, del nacimiento transatlántico del capitalismo moderno y los conflictos sociales de la época. Una cosa que llama la atención es cómo la inmensidad del océano se convierte en un símbolo de lo desconocido y ahí adquieren una gran relevancia los reflejos, cuyas perspectivas cuestionan la idea de que cualquier punto de vista pueda ser considerado singular o lineal.
Wu Tsang ha recibido a lo largo de su trayectoria premios y reconocimientos, abarcando diferentes géneros y disciplinas, desde películas narrativas y documentales hasta performances en directo y videoinstalaciones. Ha colaborado con figuras del arte, la música, la danza y la literatura, lo que ha hecho posible que se ensancharan sus creaciones a múltiples voces.
El planteamiento que ha seguido Wu Tsang ha sido comparar la historia clásica del ballenero entendido como una «fábrica flotante» con los comienzos de la industria cinematográfica en el cine mudo. La película se rodó en un plató de sonido, combinando las técnicas del cine mundo con Virtual Production, un motor de juego de realidad virtual con el que se crearon entornos oceánicos surrealistas.
La historia del capitán Ahab para vengarse de un cachalote albino gigante que nos legó Melville tiene hoy perfecta vigencia. La adaptación surrealista que plantea Tsang recontextualiza este drama épico alegórico, y explora temas como el trabajo o el deseo a través de una lente poscolonial. «Me sentí inusualmente libre al abordar Moby-Dyck porque es un libro tan omnipresente que se ha adaptado e interpretado tantas veces, que no había presión para ser original, lo que al final nos dio la oportunidad de jugar con la narrativa y ser inventivos», afirma Wu Tsang.
Y la comisaria, Soledad Gutiérrez, añade que «es una invitación a experimentar una cosmología alterna construida a partir de una de las narraciones míticas de nuestro tiempo, y a vivirla a través de los ojos de la ballena».