Viaje a las pasiones de Flor Garduño

Viaje a las pasiones de Flor Garduño

La exposición monográfica de la fotógrafa mexicana recoge una serie de instantáneas realizadas entre los años 80 y la actualidad que han sido tomadas durante sus numerosos viajes por el mundo. Muestran temáticas predilectas de la artista, en muchas ocasiones íntimamente ligadas con su propia vida.

Cuando Flor Garduño era niña vivía en un pequeño apartamento junto a su familia, un perro, un venado y 20 pájaros. Poco a poco, se fueron sumando a la extraña manada numerosos canes, entre los que se encontraba un ejemplar que posteriormente se descubrió como un coyote hembra.

Siempre que la familia tenía que desplazarse lo hacían junto a sus animales. Con el paso del tiempo pasaron a vivir en una granja, cercana a la ciudad pero algo alejada del bullicio, a la que se incorporaron nuevas especies como aves de corral.Por todo ello, parece lógico que el animal tenga un espacio importante en la vida de Garduño, en su imaginario y también en su creación artística.

Caballos, bandadas de pájaros y peces boqueando fuera del agua son algunos de los protagonistas de las imágenes de la fotógrafa que podemos contemplar en la exposición de Casa de México, titulada Flor Garduño. La construcción del instante.

Todas ellas muestran las señas características de la autora: el blanco y negro con altos contrastes, la sensación de que en la imagen ocurre algo más –una parte de la historia que se nos oculta– y la vinculación con la propia vida e intereses personales de la creadora.

En algunos casos, la cuidada composición resulta intrigante y extraña, mientras que en otros apreciamos cierto humor casi irónico en sus tomas (subrayado, a menudo, por los títulos de estas). Pero siempre hay algo que invita al espectador a hacerse preguntas y a seguir mirando la fotografía en busca de las respuestas.

Sin embargo, los animales no son las únicas criaturas que reflejan el vínculo personal de Flor Garduño con su propia obra. También podemos apreciar varios retratos de artistas, amigos de la fotógrafa, que cuelgan de una de las paredes de la exposición como si se tratase de efigies familiares colgadas junto a la escalera de una casa.

Vista de la exposición en la que se muestran los retratos de artistas realizados por Flor Garduño. Cortesía de La Casa de México.
Vista de la exposición en la que se aprecian algunos de los desnudos tomados por la artista. Cortesía de La Casa de México.
Juan Rulfo retratado por Flor Garduño.

Entre ellos, se encuentran escritores como Juan Rulfo o Alejandro Jodorowsky, además de fotógrafas como Mariana Yampolsky quien, junto a Kathy Horna, son las mayores referentes de la mexicana. Todos aparecen retratados de tal forma que la imagen no solo habla de su personalidad, sino también de sus obras de arte.

El recorrido también muestra varios desnudos femeninos, de aspecto delicado y onírico, en muchos casos relacionados con aspectos espirituales o mitológicos. Según afirmó Garduño en 2008, «casi todos mis desnudos son auto proyecciones. Trabajo con amigas, no con modelos profesionales, y las fotografío como me gustaría fotografiarme a mí».

La muestraha sido realizada en colaboración con Fomento Cultural Citybanamex S.A,  con la idea de presentar un muestrario de sus temas predilectos. Entre ellos, además de los ya mencionados, destacan la arquitectura o el folclore de diversos puntos del globo terráqueo, desde Ecuador a Ucrania, pasando por su México natal.

Flor Garduño, la construcción del instante podrá contemplarse en La Casa de México hasta el próximo 12 de febrero. Sofía Guardiola Villaverde

"Camino al camposanto". Flor Garduño. 1998. Cortesía de La Casa de México.
Fotografía de Flor Garduño. Cortesía de La Casa de México.