Una feria ambulante de monstruos se instala en los Teatros del Canal
La cuarta edición de Canal Connect se inaugura con una exposición de arte digital llamada ‘The Freak Show’, comisariada por Charlas Carcopino y que está inspirada en las atracciones de feria ambulantes y los Freak Shows que se hacían en Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Instalada en las distintas salas y pasillos de los Teatros del Canal, la exhibición estará abierta al público hasta el 26 de mayo.
El miedo es una reacción natural e intrínseca al ser humano. Y desde hace años, en un mundo acelerado vertiginosamente por la tecnología, parece más fácil que nunca que nuestras pesadillas cobren vida. Con el desarrollo de algoritmos y de la Inteligencia Artificial, los monstruos han escapado de nuestras cabezas y los límites entre realidad y ciencia ficción se han difuminado.
Bajo esa premisa nace The New Freak Show, que es al mismo tiempo “una exposición de arte contemporáneo y una feria ambulante de monstruos”, como indica su comisario Charles Carcopino. “Se explora con poesía y con humor la figura del hombre del saco en una época transformada por la tecnología”, añade.
El evento no está destinado a un público infantil, de hecho, algunas de las instalaciones vienen con restricción de edad. Como es el caso de An Instrument for the Measure of Absence (Un Instrumento para Medir la Ausencia), que invita al visitante a encerrarse voluntariamente en un angosto y siniestro armario con puerta rojiza. Se trata de una instalación interactiva con una idea voyerista, en la que se pueden tener encuentros con lo inesperado, con aquello que en un principio está oculto a la vista.
Hay instalaciones, por el contrario, que además de inquietantes esconden un mensaje crítico hacia la sociedad. Beautiful Agony (Maravillosa Agonía), una instalación de Joan Fontcuberta y Pilar Rosado, presenta cientos de retratos generados por IA. A través de la recopilación de varios “videoselfies” y la utilización de técnicas de machine learning, los artistas muestran el rostro de una persona que experimenta el éxtasis de un orgasmo.
La pieza se completa con dos instalaciones que mezclan escultura con vídeos de discursos de Silvio Berlusconi y Donald Trump, que han sido modificados y combinados con las expresiones de los rostros humanos en éxtasis. De este modo, se ha caricaturizado a las figuras poderosas de la esfera política que han estado involucradas en escándalos sexuales y de acoso.
Ambos creadores han llevado también el conjunto Fenografías: un atlas visual de la locura, inspirado en una práctica psiquiátrica que empezó en el último tercio del siglo XIX, en la que se fotografiaba a enfermos mentales para clasificar los supuestos rasgos característicos de distintos trastornos. Para esta obra han empleado la tecnología GAN (Generative Adversarial Network) sobre cientos de retratos sacados por el psiquiatra barcelonés Joan Obiols i Vié, uno de los pioneros de la utilización de la creación artística como herramienta de psicoterapia.
“¿Se pueden acaso encontrar patrones de identidad en la normalidad?”, es la pregunta que lanza Pilar Rosado para explicar el fin de la pieza y cuestionar la discriminación que se realiza poniendo como excusa la locura. El mosaico que resulta de la mutación generada por IA recuerda a las pinturas de Bacon, Munch, Picasso o Kirchner, entre otros.
El fotógrafo catalán Joan Fontcuberta lleva además en solitario la instalación Freak Show, que simula ser la típica caseta de monstruos de las ferias ambulantes. La deformidad se vendía al público como un espectáculo, que sin apartar la mirada veía las anomalías con una mezcla de diversión y rechazo.
Fontcuberta subraya que la distorsión de nuestra percepción ha originado una horda de seres que se exhiben en las redes sociales: personas con implantes, automutilaciones, trastornos alimenticios o cirugías plásticas. Este es ahora el canon que escapa de lo uniforme.
La exposición se completa con instalaciones interactivas y de realidad virtual, como reconFIGURE, Caged o BotºPhone, una cabina telefónica retrofuturista que te permite conversar por teléfono con un personaje literario. Por su parte, Mit Borrás y Rachel Lamot apuestan por la combinación de audiovisual con performance para hablar de biodiversidad y androides en su Future Creatures.
Todo el tiempo se habla en la exhibición de aquello que nos hace humanos (y quizá nos diferencia de convertirnos en monstruos). Para Ian Spriggs este es el tema central de su instalación de retratos en 3D. Ahora que la tecnología permite manipular la realidad y crear figuras engañosas pero hiperrealistas, Spriggs pone en el centro del debate el cuestionamiento de la identidad humana con su serie de retratos anatómicos Coeus, Prometheus, Ichor y Tetrad.