Un Salvador de Yáñez de la Almedina para el Prado

Un Salvador de Yáñez de la Almedina para el Prado

Un Salvador de Yáñez de la Almedina para el Prado

El pasado martes, el Museo Nacional del Prado anunció a través de su cuenta de Instagram, la adscripción por parte de la Junta de Calificación Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español del Ministerio de Cultura y Deporte, de una tabla de la época italiana de Fernando Yáñez de la Almedina. Ha sido adquirido por 30.000€, una cantidad menor del precio que pedían sus propietarias. Con ella se enriquece la colección de la pinacoteca, que ya poseía siete obras suyas.


Fernando Yáñez de la Almedina. Salvador. Óleo sobre tabla. Museo Nacional del Prado, Madrid.

No era una pintura desconocida para el mundo de los especialistas en este pintor natural de Almedina (Ciudad Real), que en 1505 trabajaba con Leonardo da Vinci en Florencia, nada menos, que en su célebre Batalla de Anghiari. Este Salvador de Fernando Yáñez de la Almedina había sido adquirido en Italia en la década de los 90 por la Galería Caylus. Allí debía de estar desde antiguo a tenor de la inscripción en italiano que figura en la trasera, posiblemente realizada entre los siglos XVIII y XIX, en la que se atribuía al mismísimo Leonardo.

Ahora, la Junta de Calificación lo ha adquirido a sus actuales propietarias por una cantidad de 30.000€ con destino a nuestra primera pinacoteca. Con él, ya son ocho las pinturas suyas que posee. Figuró en la exposición Reyes y Mecenas. Los Reyes Católicos, Maximiliano I y los inicios de la Casa de Austria en España, comisariada por Fernando Checa Cremades y que tuvo lugar en el Museo de Santa Cruz de Toledo entre mazo y mayo de 1992.

Ya en su momento, el catedrático de historia del arte Ximo Company consideró este Salvador de pequeñas dimensiones –producido seguramente para una devoción privada– como obra suya pintada durante su etapa italiana. Ahora, Joan Molina, conservador de pintura gótica española del Prado, ha confirmado su datación durante su presentación a los medios. De hecho, está realizada sobre madera de nogal, un soporte muy habitual en Italia pero no en nuestro país, donde el propio artista empleó sistemáticamente la madera de pino.

Para Molina, quedan aún por descifrar muchos interrogantes, aunque ha desvelado ya algunos datos de interés, como por ejemplo que debió ser pintada en el entorno de Leonardo cuando este estaba aún activo en Milán en la década de 1490, antes de su marcha a Florencia. Asimismo, el modelo del Salvador está directamente relacionado con los prototipos de este tema iconográfico generados en el contexto del obrador del maestro y sus discípulos, si bien presenta algunas variantes de interés, como la posición inclinada de la cabeza, que recuerda otras propuestas como las contemporáneas de Alberto Durero que tuvieron mucho éxito a través de las estampas en el Norte de Italia.

Una vez terminados los estudios pertinentes, la tabla se expondrá previsiblemente en las salas que el Prado va a dedicar a los pintores leonardescos que posee en torno a la Mona Lisa de su taller. Para entonces, contaremos con toda la información que ofrecerán los estudios técnicos y de conservación a los que se someterá la tabla en los próximos meses.