Un nuevo Paret para el Bellas Artes de Bilbao
Parafraseando a Manuela Mena, autora del estudio (ver aquí) que acompaña al cuadro de Luis Paret y Alcázar que ayer se presentó en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, estamos sin duda ante «una de esas afortunadas casualidades que no son frecuentes en el mundo de los museos». Infrecuente porque la pintura, titulada Triunfo del Amor sobre la Guerra, formó en origen pareja con otro lienzo homónimo que ya adquirió el museo bilbaíno hace dos décadas. Ambas pertenecían a una antigua colección privada británica. La primera de ellas salió a subasta en el año 1999. La que hoy se presenta, el pasado 2017, siendo adquirida por Alicia Koplowitz expresamente para donarla al Museo Bellas Artes de Bilbao. Ahora, gracias a la generosidad de la coleccionista, ambas piezas vuelven a reunirse. Con ella, el museo pasa a contar con ocho obras del pintor madrileño.
Luis Paret y Alcázar (Madrid, 1746-1799) fue condenado al destierro por Carlos III a causa de su proximidad al hermano del monarca, el infante don Luis. Parte de este alejamiento de la corte lo pasó en Bilbao, donde vivió entre 1779 y 1789. Durante este tiempo, el artista compuso algunas de sus obras más significativas. Entre ellas destacan, por supuesto, ambos lunetos, unas obras muy originales dentro de su producción por su formato, dimensiones –81 x 160 cm aproximadamente cada uno – y por la técnica empleada. Efectivamente, en ellos, el pincel de Paret se muestra más libre y enérgico de lo habitual.
Mucho se ha especulado respecto de su ubicación original. La restauración llevada a cabo al lienzo adquirido en 1999, ha sacado a la luz una banda de color gris añadida en una restauración antigua que recorre todo el perímetro de la obra. Esto mismo se aprecia en el segundo de los lunetos. Todo parece indicar por tanto que dicha intervención se incorporó cuando las pinturas fueron separadas de su montaje original, pues sin duda estuvieron encastradas en la pared de una habitación dentro de marcos de estuco con motivos ornamentales dorados.
Ahondando en su posible ubicación y al hilo de la temática los mismos, Manuela Mena propone que se trate de obras concebidas para una cámara nupcial por encargo de algún notable bilbaíno. Esta teoría quedaría reforzada por la presencia de sendos desnudos infantiles, de los cuales el primero aludiría a Venus niña, que porta una corona de laurel como símbolo del triunfo del Amor sobre Marte, encarnado en el niño del otro luneto.
Toda una delicia para los ojos que puede verse desde ayer en la Sala BBK del museo. A la presentación acudieron Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao y presidente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao; Almudena Ros, conservadora de la Colección Alicia Koplowitz–Grupo Omega Capital; Javier Novo, jefe del Departamento de Colecciones del museo bilbaíno; Gorka Martínez, director general de BBK; y Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao.