Un Juan de Peralta para el Prado y otras compras del Estado
El Ministerio de Cultura adquiere, con destino a nuestro primer museo, una tabla de Juan de Peralta que representa a San Cristóbal por 100.000 euros a la galería Ana Chiclana, así como varias obras de Esther Boix y Ana Laura Aláez para el Reina Sofía.
Después de un mes sin apenas novedades en las adquisiciones públicas, ayer se dio a conocer la compra de una decena de obras con destino a varios museos españoles.
La de mayor valor es un temple sobre tabla de Juan de Peralta que representa a San Cristóbal. Se ha adquirido a la galería Ana Chiclana por 100.000 euros e irá a parar al Museo Nacional del Prado.
Allí se conservan dos obras de Juan de Sevilla, a quien hasta hace poco se consideraba el mismo autor que Peralta: un San Lucas, no expuesto, y al Retablo de san Juan Bautista y santa Catalina que fue retocado por Juan Soreda un siglo después de su creación.
La identificación de Juan de Peralta con Juan de Sevilla ocurrió a mediados del siglo XX al reunir en su figura a tres autores que hasta ese momento se habían conocido como Juan Hispalense, el Maestro de Sigüenza –nombre que recibía el, hasta entonces desconocido, pintor del Retablo de san Juan Bautista y santa Catalina del Prado– y Juan de Peralta.
Fue José Gudiol el que publicó este descubrimiento en 1955 después de la aparición de dos firmas: «Juan Hispalense» en una Virgen con el Niño del Museo Lázaro Galdiano y «Juan Peralta» en un San Andrés de la colección Jean Schmit en París. No obstante, ahora sus identidades vuelven a diferenciarse, como argumenta Albert Velasco, autor del informe solicitado por el antiguo propietario.
El proceso de compra de este nuevo San Cristóbal, que presentó Chiclana en la última edición de Feriarte, comenzó con la petición del permiso de exportación hace unos meses. Tras su denegación se sucedieron unas negociaciones cerradas hace apenas diez días.
Se trata de una obra de grandes dimensiones –174 x 82 cm–, «algo poco habitual», según ha declarado la anticuaria. Precisamente por este dato se argumenta que se trata de una tabla independiente encargada para la iglesia de San Miguel de Caltojar (Soria) y que nunca formó parte de un retablo.
Como con otras pinturas del autor, está firmada – «Iohan de Peralta»–; en esta ocasión en el ángulo superior derecho. Además, se pueden leer los detalles del encargo en una cartela con grafía gótica: «[E]sta obra mandó fazer Pero Gutieres clérigo e cura // de Calata[h]ojar a onor de Dios e de señor San Cri[s]tóba[l] // [fi]zose [en] el anyo del señor de mil e CCCC e XXX IIII años».
Además, el director del Prado, Miguel Falomir, ha anunciado a través de Instagram la adquisición de una obra de Pedro de Campaña que de momento se encuentra en el taller de restauración. Se trata de un Cristo Portacruz que vendrá a sumarse al resto de obras del pintor flamenco presentes en la colección.
Pero estas no han sido las únicas compras de las que hemos tenido noticia. El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía ha adquirido varias piezas de Esther Boix –Ella (1973) durante ARCO 2024 y No clou de la serie Dianes (1971) por 24.200 euros pagados a la empresa Mod & Con Art–; Culito (1996), un bronce de Ana Laura Aláez –comprado a la Galería Pelaires por 19.965 euros durante ARCO–; Vida Cotidiana (2004) de Sonia Navarro, que entra por primera vez en los fondos de la institución (se han pagado a Carolina Parra Pérez 19.360 euros), y tres obras de Mitsuo Miura Playa de los genoveses (1983), Playa de los genoveses (1983) y Brisa de verano (1990) (que han costado 17.908 euros en la Galería Cayón).
El Reina Sofía solo poseía otra obra de Boix, Dona que frega i els fills tancats (Mujer que friega y los hijos encerrados), un linograbado fechado en 1965. De Aláez custodia un conjunto algo más nutrido, con un total de nueve obras de las cuales seis son fotografías, una es un textil y dos son bronces.
El Museo Sorolla es otro de los beneficiarios de esta tanda de adquisiciones. En su caso de ha tratado de un epistolario compuesto por una decena de cartas del pintor dirigidas al político Emilio Gutiérrez-Gamero que han costado 15.000 euros, a abonar al anticuario Astarloa.
Por su parte, el Museo de Artes Decorativas recibirá una grafidia –o papel recortado– de Pedro Laso de la Vega, firmada y fechada en Málaga en 1773. Se ha adquirido a Inblan Art por 13.000 euros. Para terminar, el Museo del Traje recibirá un vestido de noche originario de la Casa Eisa (denominación que tenía el atelier de Balenciaga en Madrid y Barcelona) que ha costado 3.000 euros.