Un joven Ribera por 240.000 euros
La casa de subastas italiana Wannenes vendió la semana pasada un San Jerónimo de Ribera que partía de unas estimaciones de 40.000 a 70.000 euros. La pintura está publicada tanto por Nicola Spinosa como por Gianni Papi. Este último fue el investigador que relacionó hace más de 20 años las piezas atribuidas al Maestro del juicio de Salomón con la etapa juvenil del pintor de Xátiva.
Desde que en 2002 Gianni Papi publicó la verdadera identidad del Maestro del juicio de Salomón –un proceso que narró en ARS Magazine–, que no era otro que un joven Ribera en sus primeros años italianos, se han ido sucediendo descubrimientos y adjudicaciones en subasta que han cimentado la importancia de la etapa de formación del pintor de Xátiva.
Concretamente, se trata de su estancia en Roma, donde se cree que permaneció desde 1612 hasta 1616 (más tarde se trasladaría a Nápoles). Su sombra fue mucho más alargada que la del caravaggismo que causaba furor entre los artistas de su generación en la Europa de principios del siglo XVII, y tal y como Papi ha escrito en varias ocasiones, el germen de esa carrera se puede encontrar en sus pinturas de la segunda década del setecientos.
El San Jerónimo que Wannenes –una casa de subastas con sede en Génova– adjudicó la semana pasada es un perfecto ejemplo de esto. Tal y como contaban en su catálogo, la pintura estuvo atribuida en el pasado al círculo de Dirk van Baburen y Wouter Crabet, pero fue una de las primeras obras en sumarse al corpus del joven Ribera tras el descubrimiento de Papi.
En 2003 tanto él como Nicola Spinosa ya adscribían este santo al valenciano y lo databan en el comienzo de su estancia en Roma.
Wannenes también ha destacado la similitud del San Jerónimo con el Mendigo de la Galleria Borghese, datado hacia 1612-1613 y Papi lo ha relacionado con otro lienzo del mismo tema en una colección particular canadiense, considerando anterior el que se ha subastado.
En cuanto a la procedencia de este lote, en el siglo XVIII se encontraba en la colección del VII conde de Miranda do Corvo, Pedro Enrique de Braganza. Su rastro se perdió hasta el siglo XX cuando en 1971 se vendió en la galería Trafalgar de Londres a una colección privada. El ribera resurgió en el mercado en 2006, ya con la atribución actual, en Christie’s, donde se adjudicó por 131.200 libras en su subasta de julio.
La contundente subida hasta 240.000 euros –teniendo en cuenta que estaba estimado entre 40.000 y 70.000 euros– no debe extrañarnos, ya que aunque no se trate del periodo de mayor esplendor de la carrera de Ribera, sus años romanos son de enorme interés para los coleccionistas.
Sin ir más lejos, en 2020 un Filósofo del mismo momento se convirtió, con un remate de 1,4 millones de euros –1,8 millones con las tasas–, en el cuarto mejor resultado del pintor en subasta.
Como digo, no debe extrañarnos, pero también debe tranquilizarnos, ya que como he mencionado la misma pintura se vendió por más de 130.000 libras hace 18 años (estaba estimada entre 80.000 y 120.000 libras). Qué menos se podía esperar que esta ganancia después de dos décadas.