Un hallazgo inesperado

Un hallazgo inesperado

En agosto de 2021, una gigantesca explosión en el puerto de Beirut devastó buena parte de la capital libanesa. Además de los lamentables daños personales, con más de 200 muertos e innumerables heridos, parte del patrimonio cultural quedó seriamente dañado. Ejemplo de ello es el Palacio Sursock, que se encuentra junto al museo del mismo nombre en el histórico barrio Achrafieh de la ciudad.

Las fotografías del edificio en ruinas, que albergaba una importante colección de arte, llamaron la atención del historiador Gregory Buchakjian, que había trabajado sobre estas colecciones en su tesis doctoral años atrás. A través de ellas pudo, identificar entre las piezas dañadas dos pinturas que, una vez estudiadas en directo, pudo atribuir finalmente a Artemisia Gentileschi. Ahora, una de ellas se encuentra en proceso de restauración en el Museo J. Paul Getty de Los Ángeles.

Alfred Sursock reunió en la década de 1920 una importante colección de pintura barroca italiana gracias a su matrimonio con Donna Maria Teresa Serra di Cassano, hija del VII duque de Cassano y descendiente de una gran familia coleccionista desde el siglo XVII. Las obras se colocaron en un palacete de estilo neoveneciano construido por su familia a mediados del siglo XIX.

Audrey Azoulay, director general de la Unesco y Gregory Buchakjian, contemplan Hércules y Onfale de Artemisia Gentileschi aún colgada de los muros del Palacio Sursock. Fotografía: Georges Boustany.

Además de lienzos de Luca Giordano, Matthias Stomer o Andrea Vaccaro, Buchakjian seguía la pista desde hacía años a dos cuadros sin atribución clara, Hércules y Onfale y Magdalena penitente, que ya había considerado tiempo atrás como obras de Gentileschi. Una vez analizadas las pinturas, ratificó su autoría, primero en la revista Apollo y, meses después, en una conferencia organizada por el Art Medici Proyect en Florencia.

La Magdalena penitente, probablemente pintada en la década de 1640, presentaba daños menores y tras su restauración se expone en los Musei di San Domenico en Forli (Italia). Por el contrario, Hércules y Onfale sufrió rasgaduras por todo el lienzo hasta el punto de ser necesaria una profunda rehabilitación. Gracias a un acuerdo con su actual propietario, Roderick Sursock Cochrane, el cuadro se encuentra ahora en los talleres de Los Ángeles. Allí permanecerá hasta 2023, donde se expondrá una vez haya recuperado su apariencia original. Después volverá a su palacio en Beirut, que también está siendo rehabilitado, gracias a un proyecto liderado por la Unesco que pretende reabrirlo en 2025 como museo privado.

Vista de la pintura Hércules y Onfale de Artemisia Gentileschi, pintado en la década de 1630. En la imagen se aprecian los daños sufridos por la pintura.
Proceso de restauración de la pintura en el J. Paul Getty Museum de Los Ángeles. Fotografía: Cassia Davis. © 2022 J. Paul Getty Trust / Sursock Palace Collections, Beirut, Lebanon.

Los estudios han confirmado que se trata de una pintura de la década de 1630 y por lo tanto realizada en Nápoles. El tema mitológico ya lo había pintado Artemisia hacia 1619-1620 según consta documentalmente, pero es la primera representación que ha llegado a nuestros días. Con ella se enriquece aún más el corpus de una pintora siempre en alza de la que últimamente han salido a la luz –en nuestro último número de Ars Magazine– una Caridad Romana (hacia 1645) y una Magdalena penitente (hacia 1630).