Un gran lienzo de 1917 de Celso Lagar en La Suite Subastas
Realizado en sus tempranos años parisinos, se ofrecerá por 32.000 euros en la cita del 22 de febrero
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Dedicada a Interiores del siglo XX, donde se mezclan la pintura con la escultura, el diseño en el mobiliario y la fotografía, con obras que abarcan un período desde el Art Nouveau hasta finales del siglo XX, la pieza estrella de esta cita en La Suite Subastas en lo que a pintura se refiere es un lienzo de Celso Lagar (1891-1966).
Firmado y fechado en 1917, Desnudo femenino en interior (O/L, 100 x 73 cm; lote 34 –más información, aquí), muestra el conocimiento directo de la vanguardia parisina, gracias a su amistad con Modigliani, Max Jacob, Derain y Leger entre otros, que conocía desde su llegada en 1911. Junto a los tardíos aires propios del fauvismo y del cubismo sintético típicos de esos años (en la fundación Mapfre se pueden ver estos días esos mismos ecos en la obra de Derain; ver), se percibe un uso más expresivo de la línea -liberada de la rigidez en que había quedado encorsetada-, que de alguna manera recuerda también a las obras de los alemanes de El jinete azul. Para el crítico que escribió la reseña en Vell i nou de su exposición en 1916 en las Galerías Laietanas de Barcelona, “Lagar es uno de los fauves de mayor valor que ha tenido España”.
Procedente de una colección particular desde que lo adquiriera en 1944, se ofrece ahora con una atractiva salida desde los 32.000 euros. Conviene recordar que dos de sus piezas más caras, vendidas en Segre, son ligerísimamente más tardías, y por eso con un lenguaje y una temática ya propios, definidos, por los que será reconocido, recordado y buscado. Me refiero a El desayuno, c. 1915/21 (O/L, 60 x 78 cm), que alcanzó en diciembre de 2006 los 130.000 euros, lejos de los 47.000 iniciales, y el buen Arlequín en la fuente de los Medici, 1919/22 (O/L, 64,5 x 53,5 cm), por el que se pagaron, en mayo de 2008, 55.000 euros. La otra gran venta fue precisamente por un cuadro de 1917, Hommage à Guynemer (O/L, 69,5 x 79,8 cm), que alcanzó en el mercado internacional, en Christie’s París, en noviembre de 2012 los 120.000 euros (145.000 euros, premium incluido).
Posterior ya, en 1932, para ser más exactos, el uruguayo Joaquín Torres García fecha un dibujo sencillo, a tinta (15 x 9,5 cm; lote 35, ver), con su lenguaje habitual, constructivo a base de planos serados por líneas con un marcado carácter discursivo. Un hombre casi en el centro; a su alrededor, una casa, una especie de ventana, una escalera y un reloj, por encima; a sus lados, un ancla de pescador, otra casa o local, dos mitades… 7.000 euros será su precio mínimo.
Y de 1948, Helios (4/10, con sello del fundidor «E. Godard Fondeur Paris», 72 x 11 x 10 cm), un bronce del zaragozano Honorio García Condoy, uno de los grandes olvidados hoy día. Escultura en bronce a la cera perdida, y reproducida en el catálogo de la exposición homenaje celebrada en el palacio de Sástago en Zaragoza, con motivo del centenario del nacimiento del escultor, entre octubre y noviembre de 2000 (pág. 260, nº 76), se piden 6.500 euros, un precio atractivo para su calidad, edición y tamaño; no en vano, otro ejemplar de esta serie se conserva en el centro Georges Pompidou de París.
Me parece que pueden ser especialmente interesantes, para terminar, los papeles coloridos y trabajados de unos autores que tuvieron voz propia en los años 90, conformando toda una generación, y que parece han caído en desgracia en los últimos años: me refiero a los gallegos Antón Patiño (lote 76; 800 euros, ver), Antón Lamazares (lote 77; 600 euros, ver) y al mallorquín Ferrán García Sevilla (lote 78; 500 euros, ver), con su lenguaje figurativo entre primitivo, esencialista y muy colorista. Merece la pena verlos con cierto detenimiento, al igual que algunos dibujos sobre fotografías de Salvador Dalí, que hizo él mismo, entre los que destaca una composición de sus míticas hormigas realizadas en tinta sobre una foto-retrato suya por 2.000 euros (ver), dentro de la amplia colección de fotografías dedicadas al maestro, y otras a Brigitte Bardot. Daniel Díaz @Invertirenarte