Un Dalí de 250.000 euros en Fernando Durán

Un Dalí de 250.000 euros en Fernando Durán

Además, la casa opta para el 10 de noviembre por lo latinoamericano, y un espectacular bodegón de van Utrech

Animado por los Pichot, hacia 1920, un jovencísimo aún Salvador Dalí (1904-1989), no sólo había decidido que sería pintor sino que ya había realizado obras con bastante calidad y que seguían de cerca la tradición catalana. Y así, tras analizar a paisajistas más tempranos y tardorománticos como Modest Urgell, pasó pronto a buscar una mayor modernidad en las obras de Joaquín Mir y Santiago Rusiñol, fundamentalmente. En este punto de imitación se sitúa su interesante lienzo de El llac de Vilabertran (O/L, 68,5 x 47,5 cm; catálogo razonado, nº 42; lote 185), que ofrece ahora la sala, donde muestra su aprendizaje del postimpresionismo y su lenguaje del color y de las formas ya casi deshechas (oir audio sobre la subasta de la obra).

Procedente de la colección de su misma hermana, Anna María Dalí, la presente obra es, sin duda, una de las más importantes de esa etapa y, como tal oportunidad, se ofrece por 250.000 euros pensando quizá en grandes coleccionistas, que ya tengan en su colección importantes obras representativas de su producción. En este sentido, hay que reconocer que sigue la estela de Jeunes filles dans un jardin, les cousines/Le potager du Llane-Petit (O/L, por delante y por detrás, 53 x 41 cm), vendido en junio de 1997 en Sotheby’s Londres por 150,000 GBP (220.726 euros, premium incl.), pero lo supera claramente en ambición y madurez. La otra referencia, más cercana en el tiempo, podría ser el remate por 360.000 euros de un mejor La plage du Llane à Cadaquès, 1923 (O/cartón/T, 66,8 x 92,5 cm) en junio de 2003 en Artcurial París.

Derroteros internacionales buscados, se complementa la oferta con pintores latinoamericanos. Destaca, en primer lugar, el también temprano lienzo de Rafael Barradas, Muñeca, 1919 (O/L, por detrás La diligencia, 51,5 x 50,5 cm; 184), que sale por 75.000 euros. Una Muñeca, 1919 (51,5 x 59,5 cm) más dibujada, se vendió en abril de 2008 en Castells & Castells, Montevideo, por 68.266 euros, por debajo de los 87.138 euros pagados en Gomensoro, Montevideo, en diciembre de 1996, por Muñeca. Pepona, 1919 (O/L, 53 x 62 cm), menos dibujada que la primera, pero más que la que ahora se ofrece.

De Mario Carreño, un fantástico y de gran tamaño gouache Sin título (Jungla), 1949 (89,7 x 73,2 cm; 180), con su peculiar mitología, debería subir algunas pujas pues los 10.000 euros de su salida están lejos de los 30,000 USD (25.248 euros, premium incl.) pagados en noviembre de 2003 en Sotheby’s Nueva York por el gouache Chevaux dans un paysage, 1948 (71,7 x 85,6 cm). Y de Rufino Tamayo, un sencillo y esencial dibujo a lápiz y pastel titulado Personaje femenino, 1964 (33 x 24 cm; 182); comenzarán las pujas por 18.000 euros, bajos si los comparamos con los 35,000 USD (24.751 euros, premium incl.) pagados en Christie’s Nueva York en mayo de 2011 por un sencillo dibujo a lápiz titulado Máscara, 1964 (55,2 x 47 cm), con unos planteamientos muy similares al actual. Y, por último, vean por favor con detalle el magnífico pastel de Claudio Bravo: Retrato de familia, 1969 (117 x 136 cm; 183) por 38.000 euros (comprado en esta misma casa en mayo de 2012 por 35.000 euros).

De nuestro país, de pleno siglo XX, me gustaría destacar dos piezas especialmente interesantes. La primera, la de Carlos Alcolea, temprana: Interior, 1971 (A/L, 63 x 93,5 cm; 167), que se acerca notablemente a su lenguaje más buscado, por 15.000 euros y que, en buena lógica, debería subir algunas pujas (Sin título, 1973 (O/L, 160,8 x 114,5 cm), alcanzó en Segre antes de la crisis, en octubre de 2008, los ¡60.000 euros!). Y la segunda, un óleo, gouache y lápiz temprano del Equipo Crónica titulado Conde Duque, c. 1968 (99,7 x 69,5 cm; 171), que muestra las futuras intenciones de sus creadores para piezas posteriores en cartón piedra; de hecho, hace apenas unos días, Balclis vendió su escultura del Conde Duque (el Morrosko de Olivares) por 18.000 euros. 7.500 euros será la salida, por una pieza que además perteneció al gran Billy Wilder (vendida, por cierto, en Christie’s Nueva York en diciembre de 2012 por 11,250 USD). No se olviden del luminoso lienzo de 1984 de Manuel Hernández Mompó, Personajes dividiendo la calle (O/L, 50 x 61 cm; 174) por 9.000 euros.

En la pintura finisecular, vean el pastel de Rafael Romero de Torres Pellicer, Retrato de mujer con peineta (31 x 37 cm; 189) y quedarán atrapados bajo la hipnótica mirada de su atractivo personaje femenino…; aunque los 15.000 euros de su partida estén ya muy ajustados.

En pintura antigua sobresale un soberbio Bodegón con langosta, jilgueros, pavo real y gallina, gorriones y cesta de fruta, c. 1635/40 (O/L, 116 x 152,5 cm; 283) del flamenco nacido en Amberes Adriaen van Utrech; los varios animales muertos suelen interesar menos a los coleccionistas, pero cada elemento de tela muestra una calidad sobresaliente y una textura diferente al de su lado, con brillos aterciopelados, tonos mortecinos o luces vibrantes. 100.000 euros se piden por él, en la línea de las mejores ventas de estos últimos años. Y no pierdan de vista tampoco el Retrato de D. Juan José de Austria (O/L, 115 x 86 cm; 259) atribuido a Juan Carreño de Miranda, por apenas 11.500 euros.

Se quedan en el tintero otras piezas interesantes. 335 lotes dan para mucho. Daniel Díaz @Invertirenarte