UN CUADRO DE DALÍ PINTADO EN 1925 SALE A LA VENTA POR PRIMERA VEZ
La sala Bonhams de Londres subastará el próximo día 2 de marzo Figura de perfil, un retrato de Ana María –hermana del artista– que sale con una estimación de entre 930.000-1.400.000 euros.
El óleo sobre tabla fue pintado por Salvador Dalí en 1925 en Cadaqués y representa a su hermana Ana María, tres años menor que él. El pintor la retrató regularmente a lo largo de los años veinte, convirtiéndose en su modelo femenino incondicional (se conocen al menos 13 pinturas en las que aparece). Las relaciones entre los hermanos fueron excelentes durante aquella primera época, hasta que Dalí conoció a Gala en 1929. A partir de entonces se fueron distanciando progresivamente, pues Ana María culpaba a Gala del “torcimiento” ético y moral de su hermano.
La ruptura familiar definitiva se produjo en 1942, con la publicación de la autobiografía del propio pintor (The secret life of Dali). Ana María consideró que se trataba de una visión sesgada e irreal de la vida familiar del pintor y respondió contraatacando –en 1949– con otro libro titulado Salvador Dalí visto por su hermana; un volumen que no hizo sino profundizar en el distanciamiento.
El cuadro que ahora se subasta es un regalo del pintor a su hermana en el mismo año de su ejecución y no se había visto desde entonces. Se mostró por primera y única vez en 1925 en las Galeries Dalmau, junto a otras 17 pinturas, en la primera exposición individual de Dalí en Barcelona. Hasta ahora solo se conocía por una fotografía en blanco y negro que además estaba recortada, con lo que no era visible la firma en la zona superior derecha: “Salvador Dalí 1925”. En cuanto a las vicisitudes del retrato, parece ser que Ana María lo regaló al farmacéutico Joaquim Cusí Fortunet, amigo de su padre. El boticario compraría también otras obras del pintor. Hacia 1950 Cusí vendió el retrato a un coleccionista de Barcelona, cuyos descendientes lo han conservado hasta la actualidad. Sin embargo, en el Centro de Estudios Dalinianos de Figueres se conserva un recibo del propietario de la sala Dalmau en el que consta que la tela fue una de las vendidas –por 500 pesetas– a Joaquím Cusí.