Tras la huella del Seicento y Setecento en Piamonte
La exposición ‘En la ciudad de Asti en Piamonte’ repasa más de siglo y medio de pintura y escultura local a través de artistas como Bartolomeo Pelizza, Guglielmo Caccia y su hija Orsola Maddalena Caccia, entre otros. El recorrido ofrece nuevas atribuciones y restauraciones recientes del patrimonio regional.
Asti recupera su pasado menos explorado. Conocida y estudiada fundamentalmente por su apogeo medieval, esta provincia del antiguo Ducado de Saboya situada en el Piamonte conserva además la riqueza de sus escuelas regionales barrocas. El Palazzo Mazetti recupera ahora el esplendor que este condado vivió durante los siglos XVII y XVIII, concretamente el periodo que va desde el asedio de Asti por parte de los españoles en 1615, hasta la declaración de la efímera República Astese en 1797 (apenas duró tres días).
Los comisarios Alberto Marchesin, Paola Nicita, Blythe Alice Raviola y Andrea Rocco han trabajado durante dos años en el proyecto, que pretende reconstruir mediante documentos, pinturas, esculturas, orfebrería y objetos inmuebles parte del barroco local, a menudo influido por los modelos procedentes de la vecina corte turinesa o las escuelas de Lombardía.
“El objetivo era conocer más a fondo las escuelas, los artistas y mecenas de una geografía cultural amplia y compleja. En ese sentido, esta exposición continúa con la línea trazada hace años a partir de las muestras anteriores celebradas en este mismo museo”, explica Alberto Marchesin. Se trata, por tanto, de la culminación de un proyecto mucho más ambicioso, iniciado en el año 2000 por las autoridades locales y la Fondazzione Cassa di Risparmio de Asti, en colaboración con la Fondazzione Palazzo Mazzeti y las Diócesis de Asti, Alessandria, Acqui Terme y Turín, que implica la catalogación, estudio y restauración del patrimonio regional, tanto de palacios como de iglesias. No en vano, se ha formado un comité científico compuesto por una decena de expertos, entre los que se encuentran los españoles Juan Antonio García Castro, del Museo del Greco, y Almudena Pérez de Tudela, de Patrimonio Nacional.
Historia y arte su funden en el recorrido de la presente exposición, que se divide en tres etapas: primera mitad del Seicento –dominada por las luchas sucesarias durante la Guerra del Monferrato y los encargos artísticos militares–, segunda mitad del Seicento –donde destacó la figura de la pintora Orsola Maddalena Caccia– y el Settecento (cuyas escenas desvelan una evolución del tardomanierismo hacia el clasicismo).
Entre las cerca de 70 obras que componen la muestra, cabe destacar un préstamo español. El Museo del Greco ha cedido para la ocasión cuatro escenas que relatan el socorro de Bistagno por las tropas españolas del Marqués de la Hinojosa y su posterior ataque a la Hostería de la Croce Bianca, que terminaría con el asedio de Asti y la derrota del Duque de Saboya. Dichos lienzos fueron un encargo del propio Marqués para documentar su victoria. Considerados hasta la fecha anónimos, han sido recientemente atribuidos al taller de Giovanni Battista Crespi [Fco. Javier Álvarez. “Un Sísifo en la corte de Madrid. Memoria y representación del marqués de la Hinojosa en torno a la guerra del Monferrato”. Goya, 356, 2016, pp. 210-225]. Es la primera vez que se exhiben en Italia.
La fecha del asedio –1615– marca el punto de partida por este recorrido por el patrimonio astiano, que comienza con el relato de los enfrentamientos entre españoles e italianos por la sucesión de Mantua y el Monferrato. El retrato del governatore Ghiron Francesco Villa y diversas armaduras, entre ellas la del duque de Feria Don Gómez Suárez de Figueroa y Córdoba o el casco conservado en Turín que completa la armadura de torneo de Felipe IV –conservada en la Real Armería de Madrid– ilustran bien el primer tercio de ese “siglo de hierro”.
Entre los pintores de esta época, merece una mención especial Guglielmo Caccia, il Moncalvo, ya que fue uno de los autores más destacados de la escuela piamontesa. También lo fue su hija, Orsola Maddalena Caccia, quien dominó el panorama local durante la segunda mitad del siglo XVII.
Los formas clásicas rafaelescas de Giovanni Battista Salvi, il Sassoferrato y los claroscuros de Giacinto Brandi dejarán paso, con el cambio de siglo, a las composiciones neoclásicas de Giovanni Antonio Laveglia. Aquí se exhibe su Madonna del Rosario con el Niño, santos dominicos y cartujos, que posee una imagen del complejo monástico de Asti hacia 1723, hoy desaparecido en parte. El recorrido finaliza con los tondos en madera de Giuseppe Maria Bonzanigo y las vistas pintadas en acuarela por Giuseppe Pietro Bagetti.
En la ciudad de Asti en Piamonte es un proyecto organizado conjuntamente con el Ayuntamiento de Asti y la Fondazione Cassa di Risparmio, en colaboración con la Soprintendenza Archeologia, Belle Arti e Paesaggio per le province di Alessandria, Asti e Cuneo. Cuenta además con el patrocinio de, entre otros, el Ministerio de Cultura de España. Podrá visitarse hasta el 25 de febrero. Para la ocasión, se ha editado un catálogo donde se publican nuevas fotografías de las obras restauradas y fichas técnicas de las nuevas atribuciones. Sol G. Moreno
