La institución madrileña complementa sus colecciones con cuatro de las mejores obras del pintor y de la producción neoclásica de nuestro país. Los cuatro lienzos son el único vestigio de la decoración original de las pechinas de la cúpula de la Capilla del Caballero de Gracia. Estas se perdieron en el proceso de una restauración durante los años setenta, y fueron recuperadas siguiendo el modelo de los bocetos en 2002.