Se trata de un dibujo a carboncillo, aguada y lápiz sanguina, muy probablemente de Giuseppe Cesari, el Caballero de Arpino, catalogado como italiano del siglo XVII
Se trata de un dibujo a carboncillo, aguada y lápiz sanguina, muy probablemente de Giuseppe Cesari, el Caballero de Arpino, catalogado como italiano del siglo XVII