Los últimos remates en Europa siguen gozando de viento a favor y varias monedas antiguas se han adjudicado con una fuerte revalorización desde sus precios de salida hasta alcanzar los seis dígitos, algunas de ellas en casas de subastas de Alemania, Suiza y España. En Estados Unidos algunas piezas han tenido buen resultado pero otras con buenas expectativas de salida no han encontrado comprador.