Es uno de los cinco lienzos que fueron sustraídos en 2015 de la vivienda de José Capelo –pareja del artista– mientras este se encontraba de vacaciones. Está valorado en cinco millones de euros y ahora los agentes han conseguido recuperarlo gracias a la detención efectuada en febrero de dos personas implicadas en un delito de receptación de dos obras del autor británico.