Destacan además como importantes adjudicaciones las del Desnudo de Ramón Casas, el Niño llevando un jarrón de Van der Hamen o el paisaje de Emilio Sánchez Perrier.
El lote estrella de la licitación de los pasados días 25 y 26 de febrero era, sin duda, el delicado y temprano Paisaje rural, 1889 (O/L, 45,5 x 65 cm; lote 77) de Joaquín Sorolla (1863-1923) que partía desde los 90.000 euros. El interesante estudio lumínico que se plantea el valenciano con apenas 26 años, queda resuelto con imaginación y calidad en este trabajado pero inconcluso lienzo. Y así, las pujas se fueron sucediendo rápidamente entre los teléfonos y los compradores en la sala hasta quedar finalmente fijadas en 160.000 euros, cifra que sumadas las comisiones y los impuestos a pagar (21%) se va a los 193.600 euros; gran compra sin duda. En cambio, el lote anterior, también de su mano, Apunte de costa (O/cartón, 23,2 x 36,6 cm; 76), quedó invendido, a pesar de los 31.000 euros que se dieron en la sala.
Otro de los momentos intensos de la tarde fue el remate por los 50.000 euros de la salida del Desnudo femenino, 1910 (O/L, 114 x 54 cm; 521) de Ramón Casas. Aunque el lienzo estuviese en el dormitorio del pintor a su muerte, quizá pesaron más en los ánimos de los compradores los ligeros defectos de dibujo de este luminoso Desnudo por el que se podía haber pagado, sin problema, alguna puja más. Aunque se notan los nuevos aires que ha devuelto la confianza en el mercado, los tiempos aún no están para tirar cohetes como se demostró al quedar desiertos los dos dibujos de Dalí, Reloj de día y Reloj de noche (475/6; 60.000 euros c/u) y el temprano lienzo Nochebuena, 1955 (477; 90.000 euros) de Antonio López, donde aún no se veía la mano que le hará famoso.
En cambio, sí hubo quien se interesó por el Niño llevando un jarrón, c. 1629 (O/L, 117 x 74 cm; 21) de Juan van der Hamen; la salida en esta ocasión era por 105.000 euros, y tras una puja por escrito en la mesa, un teléfono ofreció los 115.000 euros en que finalmente se remató. En esta línea antigua, también es interesante reseñar el remate, por los 10.000 euros de la salida, de la Adoración de los Reyes Magos (O/T, 69 x 93,5 cm; 19) de Willem van Herp. Atribuido a Orazio de Ferrari, Santo Job (O/L, 112 x 145 cm; 569) subió de 7.800 a 8.800 euros, y la Virgen de Guadalupe de Escuela mexicana del S. XVIII/XIX (567), de 4.000 a 7.000 euros.
Pero volvamos a nuestros artistas. De los inicios del siglo XX, destacaron dos ventas: de Francisco Pradilla, que se ganaría el respeto y la admiración por su Juana la Loca en 1877, un tremendo lienzo de sus primeros momentos en Roma titulado La muerte del amado, c. 1875/6 (O/L, 70 x 107 cm; 75) se adjudicó por los 10.000 euros que se pedían, sin más interesados; sí que los hubo, en cambio, por el pequeño pero delicado Embarcadero en Pontoise (O/T, 14 x 21 cm; 79) de Emilio Sánchez Perrier, uno de los grandes paisajistas que se retiraban a la colonia de Alcalá de Guadaira a pintar; de 5.500 pasó a 9.500 euros.
En esta línea de paisajes, podemos incluir, aunque sean bastante más tardíos, el Riachuelo, 1951 (O/L, 61 x 49,5 cm; 127) de Benjamín Palencia, con etiqueta de la galería Jorge Juan de Madrid, que pasó de 4.200 a 5.500 euros, y el Paisaje (O/L, 73 x 100 cm; 526) de Joaquín Sunyer, que hizo lo propio de 9.000 a 12.000 euros; no hubo interesados, en cambio, por los típicos paisajes del Mediterráneo de Francisco Lozano (138, 5.800 euros; 139, 6.000 euros), ni por las impresionantes Vistas de Toledo de José Beulas (522, 9.000 euros; 523, 8.000 euros). Por último, de Emilio Grau Sala, su colorista En el acuario, 1955 (O/L, 66 x 81 cm; 136) firmado en París se adjudicó por los 18.000 euros de la salida, el mismo precio que ofreció un teléfono por El ensanche de Barcelona (Suburbio de Barcelona), c. 1908 (O/L, 42 x 51 cm; 137) de Joaquín Torres García. Y otra, ya más cercana a estos tiempos: el Retrato de Magritte, 1984 (O/L, 73 x 60 cm; 481) de Rafael Canogar, subió también de 6.000 a 6.500 euros; gran compra, sin duda. Daniel Díaz @Invertirenarte