Similitudes y diferencias entre Giacometti y Bacon
Desde el pasado 29 de abril, la Fundación Beyeler acoge la exposición Alberto Giacometti–Francis Bacon un proyecto centrado en los dos artistas que fueron tanto amigos como rivales. Es la primera vez que se reúnen juntos en una exposición y esta descubre que la relación que tenían fue culpable de las curiosas similitudes entre ellos. Se han seleccionado unas obras clave de cada artista y otras inéditas.
Con más de 100 piezas los tres comisarios –Catherine Grenier, directora de la Fundación Giacometti en Paris, Michael Peppiatt, experto en Bacon amigo del artista, y Ulf Küster, curador de la Fundación Beyeler– hacen paralelismos entre el escultor y el pintor, que estaban unidos por su concepción de la figura humana y comparten la misma inspiración en los maestros antiguos. Ambos creadores también se comprometieron a la par con la solución de las dos y tres dimensiones para representar el espacio. Pero el mayor punto en común sea quizá la figura humana como punto de partida de su creatividad. A través de la deformación de los cuerpos humanos, incluso en los retratos, buscan el máximo individualismo del personaje emprendiendo un sutil camino a la abstracción.
El recorrido se organiza en 9 salas en las que se distribuyen estos paralelismos que no siempre son similitudes, también se atienden las principales diferencias como la evidente del uso del color: Bacon prefiere el cromatismo vivo y Giacometti no sale de su escala de grises. La primera sala se dedica a los retratos de Isabel Rawsthorne, pintora y amiga de ambos autores (y amante de Giacometti durante un tiempo) que fue musa de ambos, pero cada uno la pintó con una personalidad diferente: el italiano la representa distante (también en el sentido literal) y Bacon como mujer fatal.
En la siguiente sala se aprecia la preocupación por la tridimensionalidad, que se advierte bien en Giacometti con sus esculturas enmarcadas en estructuras al modo “jaula”. Bacon persigue los mismo creando ambientes ilusorios que enfocan la atención en la figura y le da a esta una sensación muy escultórica.
El recorrido incluye una sala multimedia destinadas a recrear los estudios de cada artista. Ambos caóticos pero al fin y al cabo los “cosmos” personales de donde salieron tantas obras de arte.
Hasta el 2 de septiembre 2018.