Segundas oportunidades o el tiempo de las rebajas en Durán
La cita del 23 de julio ofrece buenas y abaratadas obras de Clavé, Guinovart y Aguayo en segundas salidas
A estas alturas de julio, estamos ya casi en tiempo añadido, de prórroga, como quien dice, siguiendo el símil deportivo que tan en boca de todos ha estado en estos días pasados. Y Durán, en la última cita de la temporada, lo intenta con varios cuadros en el entorno de 1960, década de la abstracción por aquello de Cuenca llamado El Paso, que salieron a pujas en junio de 2023, hace poco más de un año.
En este caso, en cambio, hablamos del ámbito catalán, donde los experimentos y los avances se habían producido unos años antes con Dau al Set. La mejor de las obras probablemente sea la de Antoni Clavé, de 1959. En los años anteriores, tras una figuración muy personal y lírica en los inicios de los años 50, había dado con una serie que le produjo un fuerte eco internacional: la de los reyes y, en menor medida, de los guerreros. Y el Guerrier au bouclier, 1959 (105 x 75 cm; lote 87), que se ofrece por 22.500 euros -ligeramente por debajo de los 25.000 euros pedidos en junio de 2023- sigue esa estela pero avanza un paso más en la simplificación y abstracción de las formas. Se trata de un óleo sobre papel marouflé adherido a lienzo procedente de la sala Gaspar de Barcelona. Estamos ya lejos de los precios de antaño, como cuando se adjudicó en diciembre de 2010 en Sotheby’s París su Roi, 1959 (O/papel/L, 110 x 75 cm), y mucho más lejos aún de diciembre de 1988 cuando en Christie’s Londres Le Roi, c. 1957 (O/papel/cartón, 104,8 x 74,9 cm) subió hasta nada menos que 115,500 GBP (192.806 euros), e incluso de las 84,000 GBP en que se vendió en junio de 2007 -poco antes de la crisis- un simplificado Le roi, 1958 (Tm/T, 130 x 96,5 cm; ver).
De 1961 es una obra menor, pero muy interesante, de Fermín Aguayo, de su época parisina, tras su participación en el Grupo Pórtico (el primer colectivo que asume la abstracción, dicho sea de paso). Se trata de La Boucherie (La carnicería), 1961(O/L, 100 x 100 cm; 180), una quasi abstracción a base de tonos rojos, sepias y blancos, con carne a la vista. Su pintura es “una figuración muy sutil y expresionista en la que la conjunción de la luz y el color son sus principales aliados (ver)” (ver). Procedente de la galería Jeanne Bucher, de París, con sello en el bastidor y etiqueta al dorso, y de la colección de Claude Bernard, de París (subastada en noviembre de 2023, ver), se ofrece ahora por 4.250 euros. Lo mismo sucede con Paysage aux peupliers, 1966 (O/T, 21,5 x 26,5 cm; 181), por 2.000 euros, ligeramente rebajados ambos respecto a sus precios en mayo pasado.
De un muy desconocido aún Enric Planas-Durá, una pieza bastante sui generis, tras su etapa geométrica, más más interesante y fructífera: Sin título, 1962 (Tm/L, 60 x 130 cm; 189), experimental y contundente, por 3.000 euros, a cierta distancia de los 4.750 euros pedidos en mayo pasado.
Por último en Durán, las de Josep Guinovart que, tras una estancia en París, fundó en 1954 el grupo Taüll con Tàpies y Tharrats. Recordemos que en 1957 había participado en la Bienal de Sao Paulo y en 1958 en la de Venecia, presentando una abstracción absoluta, descompuesta la figura con elementos tridimensionales ajenos a la pintura (ver, Corredor Matheos, Guinovart el arte en libertad (en catalán), Polígrafa, Barcelona, 1981). Cercanos aún a esos planteamientos son Tauromaquia, 1963 (Tm/T, 106 x 75,5 cm; 82), por 4.250 euros, y Sin título, 1963 (Tm/T, 107 x 77 cm; 83), por 5.500 euros. Y ligeramente más tardío, casi formalista ya, Sin título, 1975 (Tm/T, 209 x 104 cm; 84), por 6.500 euros.
No se olviden de los bocetos a carboncillo de Eduardo Rosales, dibujos sencillos (ver y ver), de tamaño reducido, pero siempre interesantes, como toda su pintura: Ángel arrodillado (16,5 x 9,5 cm; 323) y Boceto para pintura mural (16 x 20 cm; 324), por 600 euros cada uno, y Pintora en su estudio (27,5 x 22,5 cm; 325) y Estudio para brazo y mano (28 x 15,5 cm; 326), por 750 euros cada uno. Como el Museo del Prado tiene más de cien dibujos de su mano (ver), no será fácil que el Estado se interese por ellos…
Las segundas oportunidades de Durán. Daniel Díaz @Invertirenarte
