Segre apuesta por una Caja vacía de Oteiza

Segre apuesta por una Caja vacía de Oteiza

La habitual atractiva oferta del siglo XX, se ve reforzada en la licitación del día 10 de mayo por un lienzo de Asensio Juliá y buena pintura antigua

El mercado del arte tiene sus reglas propias, como las redes sociales las suyas con los típicos favoritos, Me gusta o sus RT. En este sentido, es de todos conocido que el mejor escultor español del siglo pasado, el más caro con diferencia, el que más vende y el que más entusiasma a los coleccionistas españoles y extranjeros, que son los que tienen dinero y pueden pagarlo, es Eduardo Chillida; eso ni se discute. Y hay un tal Jorge Oteiza (1908-2003), del que muchos no han leído apenas ni se han enterado de su coherente y combativa existencia, que es un auténtico gigante conceptual, pero un enano comercial; y para bien o para mal sus precios a día de hoy serán recordados en el futuro, cuando se revise bien, sin prejuicios, la historia de las formas en este país y en esta civilización. Lo digo así de claro por si alguien busca inversiones de futuro…

Y Segre apuesta por su obra, con un precio que le hace justicia, aunque arriesgado. En marzo de 2005 vendió su Circulación en redondo con signos en el paisaje vasco, 1958/9 (hierro, 62 x 60 x 40 cm) por 80.000 euros, su salida. Y en septiembre de 2012 un ejemplar de Caja vacía (2 ejemplares; 20 x 20 x 20 cm) por 18.000 euros, lejos de las 90,000 GBP (133.578 euros) pagadas en Sotheby’s Londres en octubre de 2006 por otra Caja vacía, 1958 (30 x 30 x 30 cm), de características muy similares a la que ahora ofrece Segre, también pieza única: Caja vacía. Conclusión experimental nº 1 (A), 1992/6 (chapa de acero, 40 x 40 x 40 cm; lote 175). Firmada, es una versión de la misma escultura realizada en 1962/3 pero “sin eje pivotante y diferente colocación”, al decir de Txomin Badiola, el autor del recientemente celebrado magnífico Catálogo razonado del escultor (reprod. Nº CRJO 8.3.17.001). Como el título mismo expresa, es una de las conclusiones de su breve pero intenso itinerario del vaciamiento en las cajas experimentales y que, aunque sea ligeramente modificada en los años 90, tiene todo el aire de familia de esas piezas; por eso mismo se piden 78.000 euros. Toda una declaración de intenciones, para los coleccionistas que sepan saborear este delicado concepto.

Para un público mucho mayor, el Equipo Crónica hizo apasionantes esculturas en cartón piedra, que se ofrecen en esta licitación: Menina I, 1971 (23/25, 100 x 87 x 50 cm; 191) por 19.000 euros, o Los tres músicos, 1978 (25 ejemplares; 64 x 60 x 23 cm; 198) por 9.000 euros.

Ya que estamos en la segunda mitad del siglo XX, repasemos brevemente algunos hitos que sugiero vean con especial detenimiento porque merecen la pena. Sobre papel, de Manolo Millares, un gouache de 1961, Sin título (49,5 x 69,5 cm; 181) por 18.000 euros; un óleo sobre papel de Antonio Saura firmado en Estocolmo en 1961 como Sin título (97,5 x 67 cm; 185) ya por 35.000 euros; las dos acuarelas con lápiz de Juan Genovés de 1979, presentes en cuatro exposiciones: Sin título (13-79) (39,3 x 69,1 cm; 186) por 6.000 euros, y Sin título (20-79) (56,5 x 76,1 cm; 187) por 7.000 euros; un grafito de Pablo Palazuelo, Ángulos nº 6, 1991 (66,5 x 50,5 cm; 220) por 13.000 euros. Y en lienzos: El Paisaje (552-87.32), 1987 (97 x 162 cm; 222) de Jordi Teixidor por 3.200 euros, y Di, 1998 (147 x 114 cm; 215) de José Manuel Broto por 9.000 euros. Y en obra gráfica, el Picasso, Françoise, Claude, Paloma: La Lecture et les Jeux, III, 1953 (aguafuerte y puntaseca, PA de 50 ejemplares, 25,9 x 30,8 cm; 339) por 7.500 euros, que subirá varias pujas.

Si retrocedemos a la primera mitad de siglo, ya más breve, dos piezas con mucha calidad. De 1947, un pequeño lienzo magnífico del canario Juan Ismael, Árboles y escalera (38 x 35 cm; 167), que sale por 3.000 euros; subirá también, sin duda, aunque no llegará a los 16.000 euros finales de Amor hasta los huesos, 1935 comprado por el Estado en esta sala en diciembre pasado (leer). Y de Joaquín Torres García, un interesante y muy constructivo ya Fiesole. Italia, 1923 (O/L, 22 x 28 cm; 144), con marco del artista, por unos ajustados 36.000 euros.

Y llegamos al siglo XIX, a Asensio Juliá, aún un desconocido por el gran público. Es más, quizá más de uno se extrañase cuando en octubre pasado su impresionante dibujo de Fernando VII en la cuerda floja, salió en Alcalá por 5.000 euros y se adjudicó, tras una apasionante batalla, por nada menos que 30.000 euros (leer). Apenas hay obra suya en el mercado, y su luminoso lienzo Hombre meditabundo ante un paisaje (O/L, 45 x 60,5 cm; 67) habla por los cuatro costados de su calidad, de su deuda goyesca y de sus afanes personales. Toda una oportunidad que se ofrece por 15.000 euros, que subirán sin duda ninguna.

En pintura antigua, aunque telegráficamente, hay varios lotes dignos de verse con detalle, pues se nota la nueva mano… La casa atribuye ‘con muchas reservas’ a Juan Sánchez Cotán una buena y rotunda Epifanía (O/L, 97 x 91,5 cm; 40) por 15.000 euros. Muy interesantes son el San Gregorio Magno (O/L, 100 x 77,5 cm; 51) del zurbaranesco, en este caso, Jerónimo Jacinto de Espinosa por 4.000 euros, y el San Agustín de Hipona (O/L, 105 x 77 cm; 54) de un temprano y naturalista Sebastián Martínez, por otros apenas 4.000 euros; en ese mismo precio, Abdón y Senén (O/T, 100 x 67 cm; 45) del valenciano Vicente Requena. Una vez más, la cuidada y atractiva oferta de Segre no defraudará en absoluto… Daniel Díaz @Invertirenarte