Una primavera llena de sorollas

Una primavera llena de sorollas

Tras el tremendo éxito de la exposición en su casa que ahora es museo, en los próximos meses el valenciano será protagonista de exhibiciones no solo en el plano nacional sino también en el internacional.


La muestra Sorolla en París comisariada por María López Fernández y Blanca Pons-Sorolla, (bisnieta del artista y catalogadora oficial de su obra), ha batido récord de visitas en la que fue residencia madrileña de Joaquín Sorolla con un total de 116.510 asistentes. La exposición venía desde Munich y Giverny, que sumándose a la casa-museo han contabilizado más de 406.000 visitantes. Fue un proyecto ambicioso, magno y con mucha representación de colecciones privadas e internacionales. Esto no ha hecho más que encender la mecha para una temporada cultural que focalizará su mirada al máximo representante del impresionismo español.

Como ya se ha anunciado, el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza toma el relevo en colaboración con el museo dedicado al artista para inaugurar el próximo 13 de febrero la exposición Sorolla y la moda, que permanecerá hasta el 27 de mayo. Comisariado por Eloy Martínez de la Pera, el proyecto reúne más de 70 pinturas de las cuales algunas salen a la luz por primera vez. Como indica el título, el contexto habla de la moda, por lo que los lienzos se completan con ejemplos de vestidos y complementos de la época, muchos de ellos también de colecciones particulares. Sorolla era gran amante de las pasarelas y le dio considerable protagonismo en sus retratos. Su obra puede hacer las veces de catálogo de las tendencias y estilo de indumentaria de la transición entre el XIX y el XX. Los apartados de la exposición describen por un lado su típica muestra intimista familiar con los retratos de su estilosa mujer, Clotilde, con trajes que él mismo le compraba en París. Asimismo, a través del retrato por encargo, se aprecian las tendencias del vestir aristócrata. Por otro lado, es inevitable notificar en la totalidad de su obra la moda en las prendas femeninas veraniegas, monopolizadas en los colores blancos y pastel. Por supuesto no se deja de considerar la clara influencia de la moda parisina que el pintor asimiló en los centros de ocio de la capital francesa, donde además conoció de primera mano todas las novedades en la alta costura. Destacable es, en relación a esto último, el retrato de su hija Elena con túnica amarilla (colección privada), que es una representación del mítico vestido de Delfos de Fortuny.

Como decíamos, y como no es novedad, Sorolla se proyecta al plano internacional. La National Gallery de Londres está preparando una gran exposición de la que apenas se conocen datos. No obstante, simplemente sabiendo que el museo más importante de Inglaterra está trabajando arduamente para una retrospectiva del creador español, sabemos que será clave de actualidad cultural global esta primavera. Ni siquiera se conocen las fechas todavía. La última vez que se dedicó una muestra a este artista fue en 1908, en la Grafton Gelleries con una suma de 500 cuadros y calificándolo como “el más grande de los pintores vivos”.

Finalmente desde el plano comercial del arte, se puede afirmar que el mercado sigue mirando con muy buenos ojos a esta firma. Las últimas ventas de sorollas (2016-2017) han superado las 300.000 y 400.000 libras. Veremos lo que nos ofrecen las casas de subastas durante y después de estos magnos proyectos.