NUMERO 45, ENERO-MARZO 2020

PATRIMONIO RECUPERADO

Acabaron las celebraciones del bicentenario del Prado con la donación, por parte de Pilar Conde, del gouache Cristo resucitado, una pequeña joya pintada por Giulio Clovio (1498-1578); un artista del Renacimiento italiano especializado en iluminaciones para libros. Amigo de El Greco, a quien ayudó en sus años juveniles en Italia, sus miniaturas fueron coleccionadas por Felipe II pero casi todas salieron de España durante la invasión napoleónica. Su única obra conservada hasta ahora en España era una Sagrada Familia con santa Isabel y san Juanito pintada con temple y oro sobre pergamino en el Museo Lázaro Galdiano. El Cristo recucitado, inspirado en una escultura de Miguel Ángel, ha sido regalado por mediación de los American Friends of the Prado Museum. Esta donación al Prado se une a la que hizo en verano el empresario Rodolfo Gerstenmaier y que incluía 11 obras de Agustín Riancho, Beruete, Regoyos, Sorolla, Zuloaga, Anglada-Camarasa, Mir, Chicharro, y Juan de Echevarría.

Y siguiendo con los artistas que trabajaron en y para El Escorial, Almudena Pérez de Tudela publica en este nuevo número de ARS un retrato, hasta hora desconocido, del escultor, medallista, y orfebre italiano Jacopo da Trezzo (1515-1589), atribuido a Alonso Sánchez Coello. Perdido durante siglos, esta singular y documentada obra es el último retrato de un genio que trabajó al servicio de Felipe II en el Real Monasterio, tras haber servido también al emperador Carlos V y la reina María I de Inglaterra.

Y continuando con las recuperaciones para nuestro patrimonio, han sorprendido las dos adquisiciones que ha hecho el Estado. De la cómoda Gasparini publica un breve pero jugoso artículo José Luis Sancho, conservador de Patrimonio Nacional. Y del Códice de la Orden del Toisón de Oro, también da referencia Héctor San José en las páginas de Mercado de Arte Antiguo. Ambas obras pasarán a exhibirse en el Palacio Real. Buenas noticias ahora que vuelve a hablarse de crisis.

Por Fernando Rayón