NÚMERO 16 | OCTUBRE-DICIEMBRE 2012

35,00 

NÚMERO AGOTADO (en su versión impresa, disponibles PDFs online)

Entrevista a Eduardo Arroyo; dibujos españoles en el British; el estudio de Luc Tuymans; la colección Boncompagni Ludovisi; las maternidades de Maria Blanchard; San Jerónimo escribiendo de Ribera; Fogo Island Studios: cuatro centinelas; ‘Grandes esperanzas’ de Mateo Charris; La Visión de san Juan Bautista y el paisaje en la obra de Francisco de Zurbarán.

Categoría: Revista

Descripción

ALGO TRASCENDENTAL

Anunciaba el pasado mes de julio una segunda sorpresa que afectaba al Museo del Prado y que presentamos en este número: la recuperación de un San Jerónimo escribiendo que Gianni Papi atribuye a José de Ribera cuando aún trabajaba en Roma bajo el influjo de su maestro Caravaggio.

No es una obra cualquiera. El experto italiano la cataloga como auténtica obra maestra de ese periodo tan fecundo como poco conocido en España pues, si exceptuamos La resurrección de Lázaro que compró el Estado –hoy en el Prado–, apenas tenemos cuadros de esos años en las colecciones públicas españolas.

Y resulta doblemente interesante, pues se trata de un cuadro propiedad del Prado hasta ahora mal catalogado, depositado desde 1940 en la Casa Museo Colón de Las Palmas de Gran Canaria: una «recuperación» que no supone un coste económico para el Museo, y que confirma que los primeros años en Italia fueron de una creatividad y producción que no deja de asombrarnos. Porque aunque la mesa en la que escribe san Jerónimo sea la misma que utiliza para sus representaciones de los Cinco sentidos, y la luz que penetra desde el ángulo superior izquierdo sea idéntica a otras de sus composiciones, la creatividad que demuestra en cada efigie –aunque sea del mismo santo– resulta tan original como su talento e imaginación. En cualquier caso, la mirada de este santo consumido por la penitencia y el trabajo no es fácil de olvidar y supera lo que hasta ahora conocíamos de ese periodo.

No es objeto de esta revista descubrir obras nuevas en cada número, pero resulta fascinante comprobar cuántas cosas quedan por hacer en la Historia del Arte en España. Y es que frente a los que consideran una gran noticia los despropósitos restauradores de una anciana voluntariosa, lo decisivo está en el trabajo callado de tantos investigadores que, cada vez con menos medios económicos, siguen aportando, sumando y trabajando en lo que sí es importante y trascendental.

Por Fernando Rayón

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