Descripción
Antes de llegar a la Corte madrileña, el maestro aragonés volcó en los muros del Aula Dei en Zaragoza todo lo aprendido en Italia. La publicación de La Virgen con san Joaquín y santa Ana demuestra no solo la madurez de un genio sino la variedad y cuidado que era capaz de desarrollar en sus cuadros.
Por Mª Pilar Bustinduy y Fernando Tabar Anitua