Descripción
Algunos dedican su vida a conseguir un sueño. Marcos Martín lleva los últimos 13 años dedicado al proyecto de un museo que acoja su colección. Se le iluminan los ojos cada vez que habla de él. Sin embargo, lo que comenzó siendo un anhelo se ha convertido en un reto. Pero no abandona. Quizá también por eso hoy su casa de Segovia está atestada de piezas. Adquiridas durante las últimas tres décadas han invadido casi todas las estancias hasta hacerse casi dueñas del espacio.
Por Teresa Cantero García-Moncó