Descripción
En el centro de la megalópolis de México se encuentra la residencia de Daniel Liebsohn, un anticuario, decorador y escritor que ha sabido aunar la tradición cultural europea con las tendencias novohispanas locales. Su casa es un armónico enclave donde confluyen retratos reales y mobiliario francés del XVIII con enconchados, cerámica poblana o lacas namban. Una colección que muestra el fructífero intercambio cultural surgido entre la Monarquía Hispánica y Nueva España.
Por Juan Manuel Corrales