Descripción
En las primeras décadas del siglo XIX, las vistas de interiores florecieron como género independiente. El pintor Diego de Mora las cultiva por encargo y retrata desde el Palacio Real de Madrid hasta St. Moritz, una casa otomana en el Bósforo o un baño de Art Decó en París. Un proceso minucioso que comienza con la visita física al espacio representado y termina en el taller de su casa.
Por Francisco Bocanegra Fotografía: Imagen M.A.S.