Descripción
En sus obras más elogiadas, Juan Bautista Maíno consiguió combinar los ritmos ascendentes y los colores de El Greco con el naturalismo caravaggesco que había adquirido en Roma (donde vivió desde aproximadamente 1604 y 1610). Sin embargo, hoy solo se han reconocido un puñado de sus obras romanas. Entre ellas, se encuentra una Aparición del Niño Jesús a san Antonio que acaba de aparecer en una colección italiana.
Por Jacob Willer