Polaroid: más de 80 años aunando arte y tecnología
La Fundación Barrié trae a La Coruña una muestra sobre la cámara instantánea más famosa del mundo. En ella, se explora tanto el lado más creativo de su historia como el avance de la técnica que fue surgiendo después y muestra una amplia serie de piezas que van desde fotografías de artistas de renombre a planos y dibujos técnicos de algunos de los modelos.
En 1928 el joven Edwin Herbert Land –que tenía entonces con 19 años– desarrolló el primer filtro polarizado sintético. Al principio utilizaba por la noche los laboratorios de la Universidad de Columbia hasta que, en 1932, fundó su propio laboratorio. En 1937, este tomaría el nombre que ahora se conoce en todos los rincones del mundo: Polaroid. Dos años después, comenzó a comercializar productos, siendo uno de los proveedores del ejército estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, para la invención de sus cámaras habría que esperar hasta tiempos de paz. Fue en 1947 cuando presentó ante la Sociedad Óptica Estadounidense la primera imagen instantánea capturada con una de sus máquinas. El resto, como se suele decir, es historia.
La exposición Proyecto Polaroid: en la intersección del arte y la tecnología llega a nuestro país de mano de la Fundación Barrié busca explorar toda la historia de esta cámara emblemática. Cuenta con un total de 300 piezas que van desde la década de los 40 hasta nuestros días. Por un lado, hay fotografías de más de cien artistas tomadas con cámaras de la marca, entre las que se encuentran algunos de la talla de Robert Mapplethorpe, Andy Warhol o Philippe Halsman.
En segundo lugar, se exponen también una serie de cámaras, prototipos, papel y películas experimentales junto con dibujos técnicos. A partir de ellos, el visitante puede ver cómo estas máquinas han ido cambiando, mejorando y adaptándose a los tiempos a través de sus más de ocho décadas de historia.
Polaroid nace en un contexto en el que comienza a despuntar una idea que hoy en día lo invade y condiciona todo: la inmediatez. En los Estados Unidos de posguerra la población empieza a preocuparse por temas como la comodidad y la simplicidad. De ahí, nace la idea de que algo rápido y fácil es, sin duda, algo mejor.
Prueba de ello son otros inventos de la época como el velcro –que evita que perdamos tiempo con cordones y botones– o el microondas (que hace que se disminuya notablemente el tiempo que se tarda en calentar los alimentos).
Con el paso de las décadas el invento de Land se convirtió en toda una revolución: las familias utilizaban la cámara para inmortalizar sus vacaciones en la playa y las graduaciones de sus hijos, los artistas creaban obras de arte con ellas, los científicos la utilizaban para documentar sus experimentos y la policía para poder analizar las escenas del crimen.
Esta interseccionalidad no solo caracterizó el uso de la cámara, sino que fue crucial en su desarrollo y en las novedades que con el paso de los años se fueron introduciendo.
Es, además, uno de los aspectos en los que se centra esta muestra, pues sin él sería imposible entender las cámaras Polaroid y las imágenes que con ellas se toman.
En el terreno artístico, su uso supuso una nueva revolución. El hecho de que no hubiera que esperar al revelado facilitó que se convirtiera en un medio para experimentar.
Se podía comprobar al momento si estas funcionaban o no, y seguir probando hasta obtener el resultado esperado. Además, el trabajo adquirió una nueva dimensión humana, pues tanto el ejecutor de la imagen como el modelo podían comprobar juntos el resultado a los pocos segundos de haber realizado la toma. La inmediatez que tanto había triunfado y que resultó ser útil en multitud de campos distintos, convirtió a la empresa Polaroid no solo en un gigante de la fotografía, sino también en un icono americano.
La población sentía que salían de unos años oscuros para embarcarse en el ascenso y el progreso, y tomar Polaroids era un claro ejemplo de ello. Además de fácil, resultaba divertido, fresco y más accesible que los métodos fotográficos anteriores (aunque al principio, la cámaras fuesen muy caras). Del mismo modo que el estadounidense medio comenzaba a comprarse coches y batidoras, adquiría también su primera cámara fotográfica. De este modo, sentía que podía palpar su ascenso social y el aumento de su nivel de vida. Precisamente ese es otro de los aspectos en los que hace hincapié la muestra: la democratización de la fotografía y la noción implícita de que todo el mundo puede ser, en cierto modo, un artista.
Con Proyecto Polaroid, la Fundación Barrié continúa un ciclo de exposiciones dedicadas a la fotografía contemporánea que organizan desde hace ya algunos años. Hasta ahora han mostrado obras de artistas como Ansel Adams, Català-Roca y Graciela Iturbide, entre otros.
Esta exposición, que nació gracias a la Foundation for the Exhibition of Photography en colaboración con el MIT Museum de Cambridge (Massachusetts) y con el WestLicht. Schauplatz für Fotografie (Viena), podrá visitarse hasta el 9 de julio en la Fundación Barrié de La Coruña. Sofía Guardiola