Patrimonio Nacional adquiere un templete de Valadier que perteneció a Carlos IV
La institución ha comprado el Pórtico del templo de Minerva de Luigi Valadier con destino a las Colecciones Reales. La pieza, realizada en Roma en 1778 y adquirida en su momento por Carlos IV, ha regresado al conjunto al que perteneció gracias a la intermediación de la galería Magalhães & Santos.
Patrimonio Nacional adquiere el Pórtico del templo de Minerva de Luigi Valadier para La Galería de las Colecciones Reales. Esta pieza, que formaba parte de un conjunto mayor, viene a incrementar los tesoros que la institución ya poseía del arquitecto y decorador italiano, uno de los más relevantes del siglo XVIII.
De hecho, la pronaos que acaba de comprarse en la galería Magalhães & Santos, forma parte del dessert que se conserva en el Palacio Real y fue uno de los centros de mesa favoritos de Carlos IV. El monarca adquirió el conjunto completo –incluido este pórtico ahora recuperado– poco después de que el autor italiano lo presentase en 1778 al Papa Pío VI en el Palazzo del Quirinale.
En realidad, fue el conde de Aranda –embajador de España– quien se hizo con la preciada joya en la subasta sobre las pertenencias del mecenas y diplomático Jacques-Laure Le Tonnelier. Lo hizo siguiendo el mandato del rey, cuando este todavía era príncipe de Asturias. Le gustaba tanto esta pieza, que la utilizó de manera recurrente en numerosas ocasiones.
El conjunto llegó al Palacio real de Aranjuez en 1786. Estaba formado por pequeños monumentos inspirados en la Antigüedad clásica, de los que ahora solo se conservan la base y el templo de Flora, el arco de Trajano en Ancona, el arco de Septimio Severo y otros templetes, arcadas y obeliscos que actualmente se reparten entre el Palacio Real de Madrid y el Museo Arqueológico Nacional.
Lamentablemente, algunas de las piezas de este dessert de Carlos IV se dispersaron, como este Pórtico del templo de Minerva, que ha permanecido en manos privadas durante dos siglos. Hasta ahora, que regresa a Patrimonio Nacional para completar una pieza más del puzle.
En ARS Magazine ya publicamos un artículo de Izaskun Pangua donde hablábamos de la aparición de esta obra inédita, que fue restaurada por los artesanos reales nada más llegar a Aranjuez a finales del siglo XVIII. Juan Bautista Ferroni se encargó de los bronces, mientras que Luis Poggetti, maestro del Buen Retiro, reparó los mármoles y las piedras duras.
Pangua explica que el Museo Napoleónico de Roma conserva una acuarela atribuida al taller del propio Valadier que permite conocer más a fondo el proyecto original. Porque el dibujo muestra cómo, al principio, el templete de Minerva poseía un animal mítico que coronaba la zona superior del entablamento, mientras que para el arquitrabe se había pensado colocar una cabeza de Medusa.
Ninguno de estos dos elementos mitológicos aparece en la estructura final, que sí mantiene las reminiscencias clásicas. Destaca por la riqueza de los materiales que hicieron célebre al orfebre italiano, y que van desde el mármol o el lapislázuli, al pórfido, el jaspe o el esmalte. Tras un par de siglos en paradero desconocido, regresa ahora a Patrimonio para exponerse en La Galería.