Nuevo récord para Chardin: 26 millones de euros
El melón cortado (1760), un bodegón de Jean-Simeon Chardin superó las expectativas – tenía una estimación de entre 8 y 12 millones de euros- y se remató ayer en 26.730.000 de euros en la subasta de Christie’s París, lo que constituye un nuevo récord para sus composiciones al superar los 24 millones que alcanzó en Artcurial hace dos años con Cesta de fresas, que fue adquirido por el Louvre. Chardin sigue siendo el artista más cotizado de la pintura francesa del siglo XVIII. Hace 13 años el Museo del Prado le dedicó una breve pero bellísima exposición, comisariada por Pierre Rosenberg, director emérito del Museo del Louvre con los principales géneros que cultivó en su trayectoria .
El mercado vuelve a sorprendernos al bajar el martillo en más de 26 millones de euros por esta exquisita naturaleza muerta, titulada El melón cortado (1760), que era la obra más destacada de la subasta de maestros antiguos en la que también se remataron pinturas de Watteau y Hubert Robert, entre otros.
En esta obra como publicábamos el pasado 6 de junio el pintor optó por un formato ovalado, que fue muy poco habitual en su producción con el objetivo de destacar el atributo de intimidad que quiso conferir a la escena. Quizá el pintor parisino quiso suspender el tiempo en esas atmósferas poéticas que solía crear, un halo mágico que salía de su paleta.
El melón cortado se exhibió en 1761 por primera vez y luego fue pasando por varias colecciones privadas, entre otras la de François Martial Marcille, más tarde la del marchante Stéphane Bourgeois que lo adquirió para la baronesa Nathaniel de Rothschild, quien supo reunir un gabinete de tesoros. Sus descendientes decidieron vender esta obra a través de la subasta de Christie’s París celebrada ayer.
Jean-Simeón Chardin (París, 1699) se especializó en bodegones y en reflejar en sus obras aspectos de la vida cotidiana. Sobrio en su paleta de color pero muy detallista en los elementos que fija en sus óleos, lo que contrastaba con el barroco imperante en el siglo XVIII. Vivió hasta los 80 años y legó a la posteridad un corpus de obras cada vez más reconocidas por museos y coleccionistas, entre otras La raya, La bendición o los dos bodegones que han alcanzado dos récords consecutivos en las subastas: Cesta de fresas y El melón cortado, con 24 y 26,73 millones, respectivamente.