Mompó gana la partida en Segre
Buenas ventas en contemporáneo, con remates internacionales para las obras de Warhol y Claudio Bravo, y venta de la tabla de Morales
La partida en Segre la ganó con claridad Manuel Hernández Mompó. Hay que reconocer que su díptico sobre lienzo Risa igual a luz, 1967 (260 x 195 cm; lote 420), luminoso y sobrio, sin sus pequeñas líneas de color más o menos habituales, tenía todas las de ganar. Sobre todo, por ser una pieza de gran tamaño, un tanto atípica; una pieza especial, que diríamos. Los 45.000 euros pedidos fueron ofrecidos por un único coleccionista que se hizo con ella en lo que cabe calificar como buena compra, sin duda.
La sombra esta vez vino de la mano de dos artistas internacionales, de reconocido prestigio, y cuyas obras traspasan con facilidad nuestras fronteras, alcanzando cifras mayores en esos mercados más poderosos. En primer lugar, llamó la atención el pastel del chileno Claudio Bravo, Lata, 1971 (49 x 43 cm; 501), que procedente de la galería Egam de Madrid, se ofrecía por 15.000 euros y subió hasta los nada menos que 28.000 euros; se demuestra una vez más, qué es lo más buscado de su mano… De él también se ofrecía Retrato de joven morena, 1962 (O/L, 115 x 88 cm; 504), con cierto recorrido ya en el mercado desde hace años; un coleccionista se hizo con él al ofrecer los 25.000 euros pedidos. Ya puestos, en este mundo latinoamericano, sobresalieron otras dos ventas: la del mexicano Bosco Sodi, cuyo Sin título, 2003 (Tm/L, 200 x 100 cm; 512) se adjudicó por los 16.000 euros de inicio, y la de la cubana Loló Soldevilla, que remató por 14.000 euros su Sin título, 1957 (pintura sobre composición de tacos de madera sobre tabla, 77 x 94 cm; 398).
El otro, el rey Midas del pop americano, Andy Warhol: de su mano se ofrecía una atractiva y colorista serigrafía Mao, 1972 (AP 12/50, 90,7 x 88,7 cm; 637), editada por Leo Castelli Graphics and Multiples Inc., y con sello “Copyright Andy Warhol 1972 & Printed at Styria Studio INC”, que subió en buena lógica de 20.000 a 26.000 euros. Suya también era Flowers, 1974 (19/250, 103,8 x 69,2 cm; 636), coloreada a mano por el artista y editada por Peter M. Brant, Castelli Graphics and Multiples Inc, New Yok, que se adjudicó por los 6.500 pedidos.
Ya que estamos con la obra gráfica, mencionemos la también esperada subida de 9.600 a 12.000 euros de la litografía de Francis Bacon, Étude pour un portrait de John Edwars, 1986 (18/150, 80,5 x 59,5 cm; 626), estampado por Lelong y editada por Yves Peyré en París. Y la de 7.500 a 8.500 euros de la litografía de Joan Miró, L’Abella Somniadora, 1979 (2/75, 90 x 63 cm; 643)…
Pero volvamos a las ventas de aquí, en las que, sinceramente, esperaba algo más sobre todo de Lucio Muñoz. Su Suellocabras, 1961 (pintura sobre madera, 97 x 130 cm; 410) era una pieza magnífica, muy trabajada y sutil, que con algo de luz resplandecería en cualquier colección. El afortunado que ofreció los 13.000 euros pedidos y se hizo con ella la disfrutará doblemente. Porque la subida del Espejo de sacristía, 1968 (óleo sobre madera, con tela metálica, alambre y metal, 82 x 62 cm; 413), de Manolo Rivera, era esperada y fue justa: de 13.000 a 26.000 euros, duplicó su salida y puso de nuevo sobre la mesa la calidad del granadino.
Por debajo, en calidad aunque no actualmente en nombre –reconozcámoslo sin ambages-, estaba el óleo de Juan Genovés, Encierro, 1992 (O/T, 46,5 x 55 cm; 423), que pasó de 13.000 a 14.000 euros. Lo cual da qué pensar… Más interesante, en mi opinión, fue la compra del Estado del Espectador de espectadores (pintura sobre poliéster, 145 x 47 x 80 cm; 441), de Equipo Crónica, por los 12.000 euros que se pedían; se editaron cien ejemplares sin numerar para los Encuentros de Pamplona de 1972, y ya el Estado había comprado otro ejemplar en Alcalá Subastas, en diciembre de 2017, por los 9.000 euros pedidos también (ver).
Ya que estamos en la figuración, mencionemos otras tres ventas. Un ángel, 1969 (O/L, 93 x 73 cm; 388), pieza tardía y simplificada ya del gallego Luis Seoane, se remató por los 12.000 euros de inicio. Lo mismo sucedió con los 10.000 pedidos por la Tauromaquia, 1987 (O/T, 24 x 33 cm; 508) de Juan Barjola, y con los 10.000 pedidos también por el Balcón sobre el mar, 1987 (O/T, 33 x 47 cm; 345) de Menchu Gal.
En pintura finisecular, llamó especialmente la atención el pequeño cartón con la Vista parcial del Puente de Toledo. Madrid, 1908 (O/cartón, 24 x 32 cm; 324), de Darío de Regoyos, que pasó de unos muy atractivos 1.500 hasta unos llamativamente altos 11.000 euros de remate, influido, lógicamente, por el motivo.
Del siglo XIX, no fue extraño que el Retrato de Manuela de Sandoval con sus dos hijos (O/L, 181 x 126 cm; 153), de Antonio María Esquivel, se adjudicara por los 10.000 euros de inicio; siendo buen cuadro, la retratada no ayudaba.
Y de los maestros antiguos, como dijimos al inicio, hay que hacer mención a los 30.000 euros ofrecidos por la tabla con el Ecce Homo (58,5 x 45 cm; 101) de Luis de Morales, un precio que también habla, lógicamente, de su calidad. El resto, se adjudicaron también por los precios pedidos: 15.000 por el Paisaje con escena evangélica (O/L, 116,5 x 171 cm; 89) de Joost de Momper II; 12.000 por la Inmaculada Concepción en orla de flores (O/L, 110 x 110 cm; 122) de Mario Nuzzi, Mario dei Fiori; y los 8.000 por el Retrato de Sir Nicolas Slaning, primer barón de Maristow (1643-1691), 1660 (O/L, 126 x 96,5 cm; 126), de un Seguidor de David Scougall, del siglo XVII. Y hasta aquí, lo mencionado asciende a 364.000 euros, sin contar como es lógico muchas ventas menores que hubo, y muchas. Enhorabuena. @Daniel Díaz