Mesonero Romanos, retratado por Rosario Weiss, en el Museo del Romanticismo

Mesonero Romanos, retratado por Rosario Weiss, en el Museo del Romanticismo

Mesonero Romanos, retratado por Rosario Weiss, en el Museo del Romanticismo


Recientemente y continuando con su programa ‘El Museo Presenta», el Museo Nacional del Romanticismo está exponiendo el dibujo de Rosario Weiss (Madrid, 1814-1843), Retrato de Ramón Mesonero Romanos, que fue adquirido por este museo nacional. La obra fue realizada por la artista del Romanticismo español en 1842 y nos revela su rigor en el trazo realista para captar a uno de los grandes cronistas de la vida madrileña de las décadas centrales del siglo XIX.


Rosario Weiss era hija de Leocadia Zorilla, ama de llaves y compañera sentimental de Francisco de Goya, desde 1815, un año después de nacer Rosario. El artista nacido en Fuendetodos la instruyó desde pequeña en el arte del dibujo, a la vez que también ella se formaba con el arquitecto Tiburcio Pérez Cuervo, con quien aprendió a usar el difumino y la tinta china en detalles arquitectónicos como en Estudio de columna que conserva el Museo Nacional del Romanticismo. En 1824, Rosario con su hermano Guillermo y su madre se instalaron en Burdeos en la casa que Goya habitaba en esa ciudad francesa y allí estuvieron hasta la muerte del pintor aragonés cuatro años después. En 1833 la familia Weiss regresó a Madrid tras la amnistía política de 1832.

A partir de ese momento Rosario Weiss fue copista en el Museo del Prado, en la Academia de San Fernando y también en alguna colección privada como la de la duquesa de San Fernando. Fue un período fecundo porque alternó el miniaturismo, el dibujo y la litografía, grabando sus conocidos retratos de Zorrilla y Espronceda. Su versatilidad hizo que recibiera encargos de una clientela liberal para hacer retratos realistas, cercanos, que se pusieron de moda y que fueron cultivados por José Madrazo y su hijo Federico.

La pintora madrileña se integró muy bien en la vida artística madrileña y participó en las exposiciones anuales de la Academia de San Fernando entre 1834 y 1842, y en 1840 fue nombrada académica de mérito en la sección de pintura. Además fue socia del Liceo Artístico y Literario de Madrid. Siempre contó con el apoyo del círculo liberal y en 1842 tuvo su máximo reconocimiento profesional cuando fue nombrada maestra de dibujo de  Isabel II y de su hermana, Luisa Fernanda, de 11 y 9 años respectivamente. Un año después Rosario Weiss falleció en Madrid de cólera morbo. Fue en 1842 cuando ella presentó el dibujo de Mesonero Romanos, uno de los de mayor calidad de su extensa producción y por el que obtuvo críticas muy favorables en la prensa de la época.

Rosario Weiss. Retrato de Ramón Mesonero Romanos, 1842. Lápiz sobre papel. Museo Nacional del Romanticismo
Rosario Weiss. Retrato de Ramón Mesonero Romanos, 1842_ detalle de primer plano. Lápiz sobre papel. Museo Nacional del Romanticismo

Actualmente se conocen alrededor de 160 dibujos de Rosario Weiss, así como lienzos, muchos de ellos copias de otros artistas, y grabados. Quizá donde más brilló fue con el dibujo, tanto en el género del retrato como en el del paisaje o con apuntes del natural que dejó buenos ejemplos como cuando fue a El Escorial a copiar cuadros de Rubens.

En el caso del dibujo dedicado a Ramón Mesonero Romanos se observa un trazo realista y preciso que gozó también del reconocimiento del retratado. Posteriormente fue grabado por Pedro Hortigosa para presentar la edición de las Escenas Matritenses de Mesonero en el mismo año, 1842. Y colgó del despacho del escritor durante varios años.

Mesonero Romanos fue periodista, escritor, cronista de Madrid y junto a Mariano José de Larra y Estébanez Calderón uno de los grandes representantes del costumbrismo literario español. En este caso muy vinculado a los usos y tipos de Madrid. Autor de numerosos libros y artículos y participante de la tertulias con los intelectuales de su época. Reflejó una vida vibrante en su autobiografía Memorias de un setentón, publicada en 1880, que arroja numerosos hitos de su ideología y talante como hombre comprometido con el tiempo que le tocó vivir.