Margarita Azurdia: fusión entre el geometrismo y el arte tribal

Margarita Azurdia: fusión entre el geometrismo y el arte tribal

En su camino en la búsqueda del ser, la artista guatemalteca hace fijar nuestra mirada sobre la esencia de lo tribal y una concepción alterna sobre la madre tierra.

El pasado mes de abril tuve la oportunidad de presenciar la exposición de Margarita Azurdia en una de las salas del Edificio Sabatini en el Museo Reina Sofia. El conjunto de obras, presentado bajo el subtítulo de Margarita Rita Rica Dinamita, representa uno de las primeras incursiones en un campo hasta entonces desconocida, como lo es el arte centro-americano y consigo parte del arte tribal de la cultura maya que se deja entrever en diversas obras de la artista guatemalteca.

No cabe la menor duda que por su recorrido personal y la historia que se esconde detrás de cada una de sus creaciones, la exposición de la artista logró encasillar de una manera única la relación que surge entre la metamorfosis personal y el establecimiento de una mirada alternativa sobre la madre tierra, que vista desde su perspectiva puede ser entendida como el génesis del universo. Por dicho motivo, en el trasfondo de las obras de la artista es pertinente resaltar el contexto en el cual se desarrolló no solo como creadora sino como ser humano, crítica de los valores de su entorno.

Nacida en Antigua (Guatemala) en el seno de una familia adinerada, se podría decir que su vida estuvo precisamente marcada por el contraste que representó ser el punto de encuentro entre dos mundos chocantes, como lo son el indígena –con su fuerte conexión con la naturaleza– y un mundo exterior al cual pertenecía (pero en cual no se encontraba completa como ser). Es en esta medida que las creaciones de Margarita plasman la intermediación entre estas dos contrapartes, y logran una unificación que deriva en la tan anhelada búsqueda del ser.

Partiendo desde el concepto de la individualidad y teniendo como su mejor aliado el geometrismo, emprendió un interesante recorrido que hasta el día hoy narran sus obras y que trasmiten fuertemente el claro mensaje de un empoderamiento del yo interno fortalecido en su sinergia con la naturaleza. Entendiendo este factor podemos llegar percibir cómo sus obras adquieren una mayor relevancia teniendo presente también lo que representó el despojarse del concepto de una mujer limitada únicamente al cuidado de su familia, para pasar a cuestionarse cada uno de los elementos de la cosmovisión tradicional y llegar a un punto intermedio en relación con lo ancestral y lo tribal.

Y esto precisamente nos lleva a fijarnos en un factor que marcó su estilo y que se ha convertido en característico de su estilo artístico, pues la influencia de las figuras geométricas de presentes en tejidos Mayas  y el simbolismo que las rodea no pasan como desapercibidos. Esteban Rubiano Hernández