Marcos Lozano: «Al ver mi exposición siento frustración»
Hace 10 años que este artista madrileño se marchó al extranjero, tiempo durante el cual ha expuesto en Milán, Bérgamo o París. Ahora regresa a su ciudad natal para presentar su obra en el Centro Cultural Casa de Vacas, un lugar que visitaba asiduamente en su época de estudiante. Entre el mito y el logos es, por tanto, una vuelta a casa para Marcos Lozano Merchán, algo que no durará demasiado, ya que acto seguido mostrará 13 de estas pinturas en la Galería Moretti.
*Cuénteme en qué consiste su nueva muestra en Madrid.
*Con Entre el mito y el logos he querido hacer una imagen arquetípica y hablar de la esencia. En este caso me he centrado en narrar historias míticas y bíblicas. He tratado de resumir nuestro imaginario colectivo occidental en 40 obras que permiten al ser humano de hoy situarse antropológicamente en ese contexto.
*Los títulos y sus propias obras se inspiran en grandes referentes de la pintura. ¿Cuáles han sido los que más le han influido?
*Hay tres maestros principales que son Velázquez, Tiziano y Goya. Para mí el sevillano es un pintor que con un trazo muy sobrio consigue transmitir mucho. Por otro lado, Tiziano es un virtuoso de la superficie pictórica, un artista que se adelantó tres siglos a lo que hoy estamos tratando: discernir si el arte es temática o materia. Finalmente Goya tiene duende, era una persona con poco talento pero con un duende insuperable. Como decía García Lorca en sus poesías, eso es algo que se tiene o no se tiene, no se puede aprender.
*Su trabajo tiene por un lado lo bello y estilizado de la figuración clásica, pero transmite angustia, sufrimiento. ¿Cómo juega con esta dualidad?
*Yo siempre digo que el artista tiene que mantenerse entre la vida y la muerte. Si no vive ahí, su arte se vuelve hipócrita, porque es muy difícil mantener una sinceridad en lo que haces. Por eso creo que tienes que mantenerte constantemente en el filo de la navaja, enfrentarte a ese abismo y representarlo con los útiles de los mortales. Esa relación con la realidad es la única manera que tenemos de representar el arte, porque este no es otra cosa que la representación de la realidad. Francis Bacon, por ejemplo, fue uno de los grandes artistas del siglo XX porque representó la carne, alguien que cuando se estaba muriendo pidió que le llevasen al Prado para ver las obras de Ribera, sin duda otro pintor de la carne.
*Recoge influencias bíblicas y mitológicas para crear mensajes actuales. ¿Cómo es ese proceso?
*Todo comienza con una admiración estética por algo, más tarde va apareciendo el contenido. Leo, pienso y luego lo vuelco sobre el papel. Da Vinci decía que el dibujo era una manera de pensar, en mi caso comienzo con un dibujo pequeñito y después lo voy haciendo más grande; así van surgiendo líneas y personajes que para mi sorpresa van encajando con recitales mitológicos o bíblicos. Al mismo tiempo, la historia del arte me ayuda a recoger referencias, un ejemplo es mi San Sebastián hecho en mármol, entre el material y la idea va surgiendo la forma.
«Con un libro de Miguel Ángel comenzó mi amor por el arte, bueno amor-odio, porque nunca la idea que uno tiene se puede materializar de manera perfecta»
*¿Cómo fueron tus inicios?
*Mi vocación artística me viene de mi familia, sobre todo de mi padre. Él era arquitecto y mi primer recuerdo es estar con él en la buhardilla de casa dibujando al jefe de la aldea gala de Asterix y Obelix. Después me regaló un libro de Miguel Angel y copié todas sus esculturas. Ahí comenzó mi amor por el arte, bueno amor-odio, porque nunca la idea que uno tiene se puede materializar de manera perfecta. Por otro lado, mi madre era una mujer muy sensitiva, que me llevaba a observar flores por ejemplo, algo que me generó un fuerte sentido de admiración por el mundo.
*¿Por qué trabaja la pintura y la escultura en vez de poner el foco en una sola disciplina?
*En mi caso no consigo delimitarlas. Entiendo que esa separación se ha hecho durante la historia para hacer más fácil su estudio, pero yo hago lo que me interesa en cada momento y lo que me da para vivir. Son dos cosas que consigo hacer al mismo nivel, creo que la base de todo es el dibujo, si uno sabe dibujar sabe hacer pintura, escultura, fotografía…
*En la muestra de Casa de Vacas presenta Storm Cube. ¿Qué es este proyecto?
*Nació como un encargo del Louvre, pero por problemas de calendario no se ha podido exponer aún allí. Consiste en una escultura de cinco metros de bronce de Noé metida en un cubo de cristal de ocho metros de altura. En el interior de ese cubo se produce una tormenta con un sistema de lluvia para que el espectador que quiera verla se tenga que mojar también. En Madrid solo muestro una parte, pero en París el trabajo quedará situado en una fuente enorme del Jardín de las Tullerías.
*Todo un desafío técnico, supongo…
*Inventar esta obra desde cero supuso todo un reto. Tuve que estudiar sistemas hidráulicos y de luz, pero sobre todo el desafío era hacer una escultura de cinco metros. Lo he hecho todo yo, aunque me ayudaron a montar una base rotatoria, pero la soldadura y todo lo demás lo hice yo solo. Tuve que calcular al milímetro porque no te puedes fiar del dibujo cuando vas a hacer una escultura tan grande. Fue una gran aventura solucionar problemas, inventar herramientas, imaginar las proporciones… Desde el punto de vista técnico fue como construir el arca del propio Noé.
*De todos los logros y trabajos que ha hecho a lo largo de su carrera, ¿de cual se siente más orgulloso?
*Pues como por desgracia soy una persona soberbia, cuando veo mis obras en este espacio digo: ¡Qué pena, lo podría haber hecho mucho mejor! Hay algunas piezas pequeñas que no están mal, pero espero algún día poder pintar mejor, de verdad.
*Entonces, ¿qué siente al ver su exposición?
*Cuando veo mi exposición siento frustración. En cualquier caso, lo importante no es que esté bien o mal sino que a la gente le ayude y lo puedan disfrutar.
*¿Y qué significa para usted el retorno a Madrid?
*De eso sí que me siento orgulloso, porque supone volver a mi casa. Estudiar aquí era venir a la Casa de Vacas, al Prado, al Thyssen y al Reina Sofía, con lo que para mí es un honor estar en este espacio. El comisario de la exposición [Jean Luc Martínez] me dijo que era como la vuelta a casa de Ulises, y en cierta manera es así. Porque han pasado diez años, justo el mismo tiempo que Ulises estuvo fuera de Ítaca. Es algo que me produce mucha alegría.
*¿Cuáles son sus proyectos futuros?
*Mi pintura siempre irá hacia un arte contemporáneo más puro. En unos meses vamos a estar en la Galería Moretti para la London Art Week que este año celebra los 200 años de la National Gallery de Londres. Mostraremos 13 cuadros de esta exposición que se van a poner como espejo de otros 13 cuadros que están allí expuestos. Es una manera de mostrar cómo un artista contemporáneo puede conversar con la historia del arte. Pero bueno, lo que yo quiero es volver al taller y continuar trabajando. Es lo que me hace feliz. Roberto Ponce López