Los secretos que se esconden tras las flores del Prado

Los secretos que se esconden tras las flores del Prado

¿Por qué hay fresas en La Fuente de la Gracia del taller de Van Eyck? ¿Y qué pinta una palmera datilera en la escena románica de la Creación de Adán de Maderuelo? ¿Por qué sabemos que Mujer en el baño del taller de Clouet tenía un amante? El Museo del Prado propone un nuevo itinerario por sus obras maestras centrado en plantas y flores; un paseo botánico de la mano de Tiziano, Rubens, Fra Angelico y Patinir, entre otros, donde el investigador botánico Eduardo Barba desvela algunos de los misterios mejor guardados de estos cuadros.

Detalles florales de Fra Angelico, taller de Clouet y Patinir.

Es como descubrir esa pintura que creías que te sabías de memoria. Revisitarla desde una nueva perspectiva, con una mirada distinta: buscando flores y plantas. Porque tras esos elementos, los artistas esconden multitud de significados, desde simbología mitológica hasta connotaciones religiosas, nobiliarias o dobles sentidos para el pintor.

Tomemos como ejemplo La Fuente de la Gracia, una escena concebida en el taller de Van Eyck llena de personajes y objetos donde perdernos: los personajes repartidos por las tres alturas, la arquitectura gótica, la fuente de la que emana un agua cristalina… ¡Y las fresas! Minúsculas y rojizas que se reparten por el jardín donde tocan los ángeles músicos. Simbolizan la armonía y la representación del alma humana.

Detalle de las fresas presentes en La Fuente de la Gracia (donde los ángeles músicos).

 

En La bacanal de los Andrios de Tiziano no podían faltar las uvas, de donde se saca el vino que está embriagando a todos. Pero mejor busquen las violetas sobre la cabeza del niño, son un remedio contra la resaca y recuerdan a Violante, la compañera del artista

Taller de Jan van Eyck. La Fuente de la Gracia. 1440-1450. Óleo sobre tabla. Museo Nacional del Prado, Madrid.

A esas fresas consideradas fruto del Paraíso, se suma otra fruta divina como las cerezas, que aparecen en La Anunciación de Fra Angelico; concretamente en la escena de la izquierda donde se ve a Adán y Eva expulsados del Paraíso. ¿Y cuál es la planta que sostiene el jovencísimo García de Medici pintado por Bronzino? Una flor de cidro con pétalos blancos, tono que suele representar la pureza y la castidad, además de la inocencia en este caso.

La rosa roja que sostiene María Tudor, reina de Inglaterra de Antonio Moro alude a la heráldica de la familia, mientras que la palmera cuajada de dátiles presente en La Creación de Adán de Maderuelo posiblemente pueda identificarse con el Árbol de la Vida. En La bacanal de los Andrios de Tiziano no podían faltar las uvas, de donde se saca el vino que está embriagando a todos, pero mejor busquen las violetas sobre la cabeza del niño: son un remedio contra la resaca y recuerdan a Violante, la compañera del artista.

Estas escenas mencionadas son solo algunas de las 26 obras maestras que componen el nuevo itinerario concebido por el Museo del Prado, junto con el jardinero e investigador botánico en obras de arte Eduardo Barba.

Un paseo botánico por el Prado” invita hasta al 30 de marzo a descubrir 40 especies de plantas y flores que no necesariamente encontramos en bodegones, donde estos elementos alcanzan todo su protagonismo –como vemos en las composiciones de Van der Hamen–, sino que aparecen de manera secundaria en cuadros de Tiziano, Rubens, Velázquez, Fra Angelico o Patinir.

Se trata, por tanto, de revisitar algunas de las escenas más conocidas del museo, pero con una mirada distinta e inusual. Un itinerario que se reparte por la planta baja y la primera de la institución, que recorre desde la escultura romana hasta comienzos del siglo XVIII para descubrir los secretos que las plantas y flores presentes en los cuadros nos cuentan. Sol G. Moreno

Tiziano. La bacanal de los andrios. 1523-1526. Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Fra Angelico. La Anunciación. Hacia 1426. Témpera sobre tabla. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Taller de François Clouet. Mujer en el baño (¿Diana de Poitiers?). hacia 1566. Óleo sobre tabla de madera de roble. Museo Nacional del Prado, Madrid.
Patinir. Descanso en la huida a Egipto. 1518-1520. Óleo sobre tabla. Museo Nacional del Prado, Madrid.