Los “pequeños” ensayos de Sorolla en Bilbao
Tras su éxito en el Museo Sorolla de Madrid Cazando impresiones. Sorolla en pequeño formato viaja al Museo de Bellas Artes de Bilbao hasta el 23 de febrero de 2020. La muestra nos acerca a la manera de trabajar del valenciano y a su filosofía de la pincelada rápida que captura el instante, a través de más de un centenar de minúsculos ensayos sobre cartón.
A veces es preciso desviar un poco las miradas a las obras maestras y dedicarle tiempo al pequeño corpus de dibujos, bocetos o pinturas de pequeño formato de los grandes artistas. Estos apuntes o pruebas de color aparentemente tienen menos interés pero nada más alejado de la realidad. Estas piezas de pequeño formato son las que relatan el proceso creativo del artistas y son un soporte de su pensamiento y genio creador. Por ello deben de elevarse a la calidad de obras dignas de exposición. Y así lo ha hecho el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que presenta una muestra sobre los cartones de Sorolla. Reúne 186 óleos sobre tabla o cartón de minúsculo formato –no exceden de los 20 x 30 cm–, que el mismo autor denominaba “apuntes”, “manchas” o “notas de color”. Muchas veces utilizaba las tapas de las cajas de puros para hacer sus rápidas impresiones o ensayos. Algunas de estas composiciones llegaban a ser después estudios prepatarios para obras mayores. Son, pues, una especie de registro del modo de mirar de Sorolla y la mejor síntesis de sus intereses pictóricos.
Este tipo de apunte fue un formato a menudo utilizado a lo largo del siglo XIX por los grandes artistas, y Sorolla lo usó también durante toda su vida como un modo de ejercitar su destreza que constituye, además, un valioso testimonio sobre su producción más privada y libre. Tal y como atestiguan numerosas fotografías, Sorolla conservaba estas pequeñas obras en su taller y a menudo las regalaba a sus admiradores, las donaba para causas benéficas o las intercambiaba con otros pintores. Pero un buen número de ellas fueron también presentadas y vendidas en sus grandes exposiciones internacionales –sobre todo en las giras americanas de 1909 y 1911–, donde fueron apreciadas como expresión concentrada de su talento.
“… Hay que pintar deprisa, porque ¡cuánto se pierde, fugaz, que no vuelve a encontrarse!”. Así definía su ideario este pintor, que fue uno de los más importantes del arte español en el tránsito entre el siglo XIX y el XX, y el creador de una obra reconocible y de un estilo propio que concreta en paisajes y retratos un luminismo suntuoso y preciso que alcanza su máximo nivel en los temas de las costas del Mediterráneo y del Cantábrico.
Cazando impresiones. Sorolla en pequeño formato, que se inaugura mañana día 20 de noviembre, está coorganizada con el Museo Sorolla de Madrid y su Fundación; y está comisariada por María López Fernández, Blanca Pons-Sorolla y Consuelo Luca de Tena.